La incorporación de Rosa María Molló al frente de ‘Informe semanal’ es una de las noticias más estimulantes procedentes de la televisión pública.

La Molló, con el artículo con el que me dirijo a los que son grandes, enormes comunicadores, como es el caso de la periodista leridana, siempre fue un valor seguro en los informativos de TVE. ¿Cuántas vidas habrá vivido la Molló como jefa de las oficinas de Televisión Española en Nueva York, en Asia-Pacífico y en Oriente Medio?

Entre 2003 y 2011 nos contó desde primera línea las guerras de Iraq o Afganistán, las Revoluciones Árabes y los entresijos de los inquilinos de la Casa Blanca a principios de siglo. Y siempre lo hizo con amenidad, rigor, un punto de pedagogía, y tratando de aportarnos claves, abriéndonos vetas a los espectadores para que comprendiésemos mejor la geopolítica global. Tener a Rosa María Molló al frente de Informe semanal es un lujo. Pero a quienes la hemos echado de menos durante tanto tiempo puede que sus entradillas de los tres reportajes nos sepan a poco. ¿Por qué no poner a Rosa Molló al frente de un debate sobre actualidad internacional, a la manera que Felipe Sahagún presentaba el suyo en el año 1989?

Se me ponen los dientes largos pensando cómo podría ser un programa como Millennium presentado por la Molló. Pocos profesionales habrán vivido durante tanto tiempo en cuatro continentes, y muchos menos contarán con sus dotes comunicativas para narrar las situaciones más complicadas con la narración más fluida. Y siempre motivadora.

Abriéndonos ventanas para saber más. Disfrutemos y aprendamos de la sabiduría de Rosa Molló. Y agradezcamos a Álex Barreiro su presencia durante los 5 sábados de agosto en los que ha presentado ‘Informe semanal’. Otro grande.