¿Cuántas veces debió Sheldon Cooper tocar a la puerta de Leonard y Penny para comunicarles su decisión? El personaje televisivo que más ha convertido sus rutinas en un trastorno obsesivo compulsivo ha de hacer frente ahora al irónico hecho de que el actor que lo ha encarnado durante once años quiere un cambio. Jim Parsons se va de ‘The Big Bang Theory’ y ha abocado a que la telecomedia estrella de la pequeña pantalla termine en su temporada número doce. No es la única marcha de un actor principal que ha puesto en la picota una serie. Para la próxima temporada hay otros dos casos más. Me refiero a las de Emmy Rossum en Shameless y de Andrew Lincoln en ‘The Walking Dead’. Por el momento se abren todas las incertidumbres sobre sobre la continuidad de ambas series, aunque la intención de los productores es que sigan en antena sin ellos.

Jim Parsons había sido uno de los pocos elegidos, junto con sus compañeros de reparto en ‘The Big Bang Theory’ Kaley Cuoco y Johnny Gallecky, en lograr un sueldo de un millón de dólares por episodio. Un club que inauguraron en su día los actores de Friends, al negociar en conjunto su salario con los ejecutivos de la cadena. Lo cómodo para Jim Parsons hubiera sido estar dos años más en el papel de Sheldon Cooper, como parecía que era el plan de los productores. Repitiendo los mismos chistes que todos esperan de él tras cuando apenas faltaban una veintena de entregas para llegar a los 300 episodios. Los tres últimos años de la serie le han reportado más de 72 millones. Cada temporada renovada, hubieran sido 22 millones más.

Con más de diez millones de espectadores por episodio, a los ejecutivos de la cadena no les hubiera importado pagarlos. Así que su decisión no ha sido cosa de dinero. Por el momento, Parsons seguirá como productor ejecutivo de Young Sheldon, el spin off de ‘The Big Bang Theory’, y en la que es el narrador de todos los episodios. Aunque tengo mis dudas que esta serie vaya a tener una tercera temporada, habrá que ver cómo responde la audiencia al estreno de la segunda (24 de septiembre, el mismo día del de la temporada final de ‘The Big Bang Theory’). Entre los proyectos profesionales del Jim Parsons postSheldon está el teatro y algún que otro papel para la gran pantalla.

Emmy Rossum logró una importante victoria el año pasado cuando consiguió que los productores de Shameless le pagaran lo mismo que a su compañero de reparto, William H. Macy, en la serie de Showtime. Aunque el caché de Macy era superior (con un Oscar por su papel en Fargo), ella era quien realmente llevaba el peso de la serie y era la protagonista. Al igual que su personaje de Fiona Gallagher era quien sacaba adelante a esta disfuncional familia mientras el padre (Frank Gallagher) se pasaba la vida borracho de taberna en taberna. Así lo reivindicó y lanzó un ultimatum a los ejecutivos de la cadena: o aceptaban sus peticiones o se marchaba. Tras lograr un acuerdo para la octava temporada, ahora Rossum ha anunciado su marcha de la serie al final de la novena. Aunque sus peticiones se atendieron, la actriz necesita cosas nuevas y emprender otros proyectos. Así que se va, sin dar un portazo definitivo. Shameless sigue siendo una de las más vistas de la cadena por cable y aún cuenta con un actor oscarizado al frente del reparto, lleno de impagables personajes secundarios. Sin embargo, la gran duda es si podrá sobrevivir sin Fiona. Por el momento, los guionistas están trabajando en preparar la salida de la actriz al final de la temporada, sin cerrar puertas a que pueda reincorporarse en un futuro.

Quien no parece que vaya a regresar es Andrew Lincoln a ‘The Walking Dead’ y a su papel de Rick Grimes. El actor abandonará la serie a mitad de la novena temporada, cuyo estreno está previsto a mediados del próximo mes de octubre. ‘The Walking Dead’ lleva dos años en clara decadencia tras aburrir soberanamente a su audiencia. Tras proliferar personajes que uno no sabe ya ni quiénes son, ni lo que quieren, no parece que el cambio de protagonista vaya a cambiar nada en este lento camino a la decadencia. El cambio de showrunner invita a pensar a que se pueda obrar el milagro y que la serie resurja de sus cenizas. Pero visto lo que ha pasado con ‘Fear the Walking Dead’, me apunto al grupo de los escépticos.

Ser actor y que la serie en la que trabajas sea un éxito puede ser el equivalente a que te toque la lotería, porque es algo que puede llegar a dar estabilidad laboral. Conforme van pasando los años, mejor tienen dominado al personaje y ayudan a crear complicidad con el público. El problema viene cuando intentan salir del encasillamiento, quieren innovar o hacer otras cosas. Otros, en cambio, están encantados y por ellos la fiesta no terminaría nunca. Ahí tenemos los quince años que ha estado Ellen Pompeo al frente de Anatomía de Grey en el papel de la doctora Meredith Grey. Aunque en España tenemos otros ejemplos más cercanos como es el caso de Cuéntame y los Alcántara, que ya lleva 19 temporadas a sus espaldas. En años en los que la producción de cine español ha caído bajo mínimos.

Otros actores que se pasaron años encasillados en el mismo papel han estrenado nuevas series este año en otras plataformas. Michael C. Hall no se había prodigado mucho tras el final de Dexter, pero ahora tiene en Netflix Safe. De asesino en serie que mata a los criminales que salen de prisión por las lagunas del sistema, a padre de familia que busca a su hija desaparecida.

Hace unas semanas también recordamos el caso de Julianna Margulies, la protagonista de ‘The Good Wife’, que en Dietland interpreta en clave de comedia a la déspota editora de una revista de moda femenina. Tras haberlo descartado hace dos años, Margulies ha manifestado que ahora sí estaría dispuesta a retomar su personaje de Alicia Florrick en alguno de los nuevos episodios de ‘The Good Fight’, el spin off de su serie anterior. Tras años atrapados en el mismo personaje, llega un momento que necesitan liberarse de ellos, a pesar de que quizá nunca volverán a brillar igual que en sus tiempos de esplendor.