Los malos datos que ha encadenado Gran Canaria tras las celebraciones navideñas han llevado a la isla hasta el nivel 3 de alerta por covid. La actualización de las medidas de restricción para contener el avance del virus supone el aislamiento de Gran Canaria mediante la prohibición de entradas y salidas, excepto por razones de fuerza mayor. La decisión del Gobierno de Canarias ante la difícil situación epidemiológica de la Isla se condensa en el endurecimiento de las normas. El toque de queda se adelanta a las 22.00 horas, los gimnasios deben cerrar sus puertas y la hostelería solo podrá atender a los clientes en las terrazas, que tendrán un aforo máximo del 50% y solo podrá haber mesas con cuatro comensales. Estas medidas entrarán en vigor esta noche a las 00.00 horas, y se aplicarán durante 14 días –hasta el día 31 de enero–, sin perjuicio de que el Ejecutivo regional pueda revisarlas nuevamente a tenor de los datos epidemiológicos. 

El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, detalló que a pesar de que Gran Canaria llevaba pocos días en nivel 2, han observado una situación que “se asemeja muchísimo la manifestada en Tenerife a lo largo del mes de diciembre”. Trujillo explicó que justo antes de Navidad detectaron en Tenerife una “afectación generalizada de brotes muy pequeños pero muy dispersos a lo largo de todo el territorio”, algo que ahora se replica en Gran Canaria. Ese comportamiento paralelo es el que ha llevado al Gobierno autonómico a pasar a la Isla a nivel 3 de alerta, con el objetivo de “anticiparse” a la evolución de los contagios, porque “más vale prevenir que curar”. En ese sentido Trujillo defendió que el Ejecutivo siempre ha intentado adelantarse a los indicadores epidemiológicos. El responsable de Sanidad en el Archipiélago quiso destacar que aunque desde las instituciones públicas se pongan en marcha medidas y se endurezcan las normas, es imprescindible la colaboración individual y colectiva de la ciudadanía. “Sin su compromiso, difícilmente podremos ganar esta batalla”, sentenció.

Ayer Gran Canaria confirmó su tendencia al alza en el número de contagios. La Isla sumó 111 nuevos positivos en 24 horas y el número de casos activos se elevó hasta los 2.213. De los ocho indicadores epidemiológicos que se tienen en cuenta para determinar si las medidas de restricción se endurecen o no, Gran Canaria tiene cuatro –la incidencia acumulada a 7 y a 14 días, tanto entre la población general como entre los mayores de 65 años– en riesgo alto; y dos –la tasa de positividad de los test de diagnóstico y la ocupación de las camas de UCI– en riesgo medio. Si bien, todos los parámetros han mantenido una trayectoria ascendente en los últimos días. 

Por el contrario, Tenerife continúa reduciendo el número de infecciones, con solo 65 positivos en la última jornada, aunque ya suma 4.852 casos activos. Esa progresión positiva le ha valido a la isla para bajar a nivel 2 de alerta, después de un mes cerrada. Mientras que el 19 de diciembre su incidencia acumulada a siete días alcanzó los 136 casos por cada 100.000 habitantes, actualmente se ha reducido a la mitad. Trujillo señaló que “los indicadores a lo largo de esta semana han confirmado que su evolución tiene una tendencia favorable”, lo que permite reducir el nivel de alerta. 

El pasado jueves, el Consejo de Gobierno, tras analizar los informes de la Dirección General de Salud Pública y del comité científico que asesora al Ejecutivo, subió a Lanzarote a nivel 3 y Fuerteventura pasó a nivel 2. La Gomera, El Hierro y La Palma están en nivel 1 de alerta, ya que sus datos se mantienen en una cota de riesgo bajo o medio.

Restricciones del nivel 3 

El nivel 3 de alerta (semáforo rojo) que se impone desde esta medianoche en Gran Canaria implica la restricción de la entrada y salida de personas de la Isla, salvo para desplazamientos justificados como la asistencia a centros sanitarios o centros educativos, el cumplimiento de obligaciones laborales o el retorno al lugar habitual de residencia. La libertad de circulación de las personas se limita entre las 22.00 y las 6.00 horas, todos los días de la semana, por lo que el toque de queda se adelanta una hora. Esta restricción no afecta a las actividades esenciales, entre las que se encuentran el cumplimiento de las obligaciones laborales o la asistencia a un centro sanitario a causa de una urgencia.

La permanencia tanto en espacios de uso público como privado, al aire libre o cerrados, queda limitada a las personas convivientes, salvo en hostelería y restauración y respetando el número máximo de cuatro comensales por mesa.

La hostelería es uno de los sectores más afectados por estas restricciones. Con el nivel 3, se suspende la restauración en el interior de locales y en las terrazas el aforo se limita al 50%. Los restaurantes, bares y cafeterías deben cerrar al público antes de las 22.00 horas. Esta medida no afecta a los establecimientos ubicados en centros sanitarios, en los de centros de trabajo para el consumo de su personal y en los alojamientos turísticos para el uso exclusivo de huéspedes. En cualquier caso, se permite el servicio de recogida de comidas y bebidas en el propio local y el envío a domicilio. Además, en las terrazas u otros espacios al aire libre dependientes del establecimiento están prohibidas las actividades que propicien no mantener la distancia de seguridad interpersonal o no usar mascarillas (bailes, karaokes, etc). Por otro lado, los locales de actividad recreativa de juegos y apuestas permanecerán cerrados.

A partir de mañana queda prohibida la práctica de actividad física y deportiva en las zonas interiores de instalaciones, incluidas las actividades extraescolares relacionadas con el deporte. El ejercicio físico al aire libre puede llevarse a cabo de manera individual y siempre que pueda garantizarse la distancia de seguridad de dos metros en todo momento.

Se suspenden todas las visitas externas a los centros hospitalarios, excepto en el caso de menores de edad, gestantes, acompañamiento a pacientes terminales y aquellas otras situaciones clínicas que se consideren necesarias a criterio del facultativo. En las residencias de mayores, se interrumpen las salidas de los residentes fuera de los centros, así como las visitas externas. Si bien, de esta limitación estarán exentos aquellos pacientes que sean casos confirmados con infección resuelta. Asimismo, se recomienda la utilización de mascarillas tipo FFP2 y pantallas protectoras faciales por parte del personal que tenga atención directa con los pacientes en estos centros y se recomienda reforzar la ventilación.

El aforo del transporte público interurbano y municipal queda reducido al 50%. Además, se reforzará la vigilancia de las guaguas en las horas punta para evitar aglomeraciones.

Entradas y salidas permitidas

Con el nivel 3 de alerta por el avance de la pandemia de la Covid-19, Gran Canaria se cierra. Sanidad prohíbe así la entrada y salida de personas de la Isla, salvo por causa justificada. Entre los motivos que se pueden alegar para evitar esta restricción está la asistencia a centros sanitarios; el cumplimiento de obligaciones laborales, institucionales o legales; o la asistencia a centros universitarios, docentes y educativos, incluidas las escuelas de educación infantil. También está contemplado el retorno al lugar de residencia habitual o familiar; la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; el desplazamiento a entidades financieras y de seguros; la renovación de documentación oficial; o la realización de exámenes oficiales inaplazables.