Redacción

Más de un millón de bombillas se han encendido en la capital grancanaria, aportando su especial brillo para la Navidad. En este año el Ayuntamiento realizó ampliación y modificaciones en las luminarias led en calles como Triana, Galicia, Mesa y López y la plaza Saulo Torón. Fue el alcalde capitalino Augusto Hidalgo el encargado de 'darle al interruptor' durante el tradicional encendido oficial que tuvo lugar en la plaza de Santa Ana, donde además del árbol de nueve metros, se prendieron los 230 metros de hilo luminoso y las 40 cortinas de luces rectangulares que hay colocadas sobre la fachada de las Casas Consistoriales.

6

Encendido del alumbrado navideño en Triana

En total, se han instalado la friolera de 1.146.300 microbombillas led de bajo consumo en los diferentes espacios públicos de la ciudad, lo que supone un ahorro de más de un 77% de energía respecto a fuentes de luz convencionales. Este año, además, el Área de Servicios Públicos, a través de la Unidad Técnica de Alumbrado, ha incluido y ampliado la luminaria en zonas como la calle Galicia, Mesa y López o la plaza Saulo Torón. En este última, además de un imponente árbol de navidad de 14 metros de altura se han colocado seis ángeles con encendido secuencial de tres segundos que recorren el icónico símbolo navideño.

3

Encendido navideño en Mesa y López

15

Encendido de las luces de Navidad en el Hotel Santa Catalina

Asimismo, en Triana la iluminación no solo atraviesa la vía principal, sino que se han instalado cruces de luces y se han decorado con cordones luminosos unos 50 árboles situados en las calles aledañas como General Bravo, Torres, Travieso o Malteses entre otras. Todo ello, en colaboración con la Asociación de Comerciantes de la Calle Mayor, con quien se ha consensuado la renovación de la luminarias. A estas novedades se añaden las tradicionales cortinas, cordones e hilos luminosos en varías vías de los barrios del Cono Sur, Vegueta, Puerto y Ciudad Alta. No obstante, pese al incremento en unas 200.000 bombillas led, el gasto de energía consumida por día apenas varía con respecto a años anteriores, fijándose en 571,2 kilovatios por hora al día. El coste de esta energía consumida será de unos 3.512 euros para las arcas municipales.

Un poco de historia

La costumbre de engalanar con luces los espacios durante las fiestas se inicia con el uso de velas para decorar árboles de Navidad en hogares de clase alta Alemanes en el siglo XVIII. Los árboles de Navidad iluminados con luz eléctrica empiezan a ser populares en entornos públicos a principios del siglo XX, concretamente el primer árbol de Navidad iluminado eléctricamente fue el de Edward H. Johnson, un inventor asociado a Thomas Edison. Johnson fue el encargado de inventar bombillas destinadas a este fin. Decoró el árbol navideño con un total de 80 bombillas de color rojo, blanco y azul en su casa de Nueva York, todo un hito para la época. Pero los periódicos locales ignoraron tal evento al asociarlo a una treta publicitaria. Sin embargo, apareció una reseña en un periódico de Detroit, por lo que Johnson ha sido reconocido como el padre de las iluminaciones de Navidad eléctricas para árboles.

A principios de los 1900, se podían empezar a ver comercios con esas mismas guirnaldas detrás de sus escaparates. A pesar de ello, este tipo de material fue demasiado caro para la mayoría de la población, por lo que en la mayoría de casos no se remplazarían las velas hasta mediados de 1930 y no es hasta mediados del mismo siglo que empieza a ser habitual decorar edificios, calles y espacios privados con guirnaldas luminosas desvinculándolas de su origen como complemento del árbol de Navidad para ocupar topdo tipo de espacios públicos y privados. En algunos países como Estados Unidos, esta costumbre toma mucha relevancia en la decoración de viviendas particulares a partir de los años 60 llegando a producirse auténticas competiciones para realizar la iluminación navideña más espectacular. A finales del siglo XX esta costumbre ya se había extendido a otros países no occidentales como por ejemplo Japón, donde apenas celebran la Navidad.