La belleza natural y arquitectónica de Lanzarote ha sorprendido históricamente a residentes y visitantes. Pero nada es tan fascinante como ver la isla desde otra perspectiva. Sobrevolar el perímetro de Timanfaya o acercarse desde el aire al inmenso risco de Famara, dejarse sorprender por las playas, los pueblos o la vista del Archipiélago Chinijo... Esa sensación liberadora de observar Lanzarote desde el aire se une a las llamativas vistas que la isla y su territorio volcánico ofrecen desde el cielo azul y trasparente, pero ya no es necesario subir a un helicóptero o volar en parapente. La tecnología ha permitido que internet se llene de grabaciones espectaculares en las que a través de drones se puede observar la isla desde todos sus ángulos.

Lanzarote, tierra de volcanes

Lanzarote está bendecida por el fuego, tanto que le debe a sus volcanes haber labrado unos de los paisajes más espectaculares del país. De norte a sur, la isla brinda la oportunidad al visitante de admirar unas vistas que recuerdan la cara más violenta del planeta, con unos paisajes de aspecto marciano.

El Parque Nacional de Timanfaya es la más "reciente" de estas formaciones. Con una extensión de más de 50 km², alberga en toda su extensión un total de 25 volcanes, entre los que destaca la Montaña del Fuego. Dentro del Parque se pueden realizar multitud de rutas con las que disfrutar de las formaciones rocosas, los cráteres y los ríos de lava petrificada. Si el viajero lo desea puede elegir emprender la ruta montado en dromedario, una de las tradiciones de la visita a Timanfaya.

Otro de los puntos calientes es el Malpaís de La Corona, con el Volcán de La Corona dominando el paisaje. Se encuentra en el norte y, gracias a su antigüedad, unos 21.000 años, contiene una mayor variedad de flora que el desértico Timanfaya. Debajo, encontramos un tubo volcánico de más de 6 kilómetros de longitud que va desde el volcán hasta en mar. La Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua son dos tramos habilitados para las visitas turísticas en los que el viajero queda maravillado con las vistas que se pueden observar en su interior.

El Hawaii europeo del surf

Desde hace algunas décadas, Lanzarote es conocido como un lugar ideal para la práctica del surf. Se suele nombrar a Lanzarote como el Hawai europeo del surf, con su paisaje volcánico y sus numerosos anuncios de surf que ofrecen condiciones perfectas para los surfistas de todos los niveles.

Además, el clima subtropical proporciona temperaturas, tanto del mar como del exterior, muy agradables todo el año, lo que la convierte en el destino de surf en Europa durante el invierno. De hecho, de octubre a abril, la fuerza del viento tiende a disminuir, lo que favorece la formación de tormentas propicias a la aparición de olas perfectas, con un suave viento de tierra.

Tierra de viñedos

Un destino famoso por su sol y sus playas, en su pequeño territorio Lanzarote esconde un secreto para los amantes del enoturismo: el oeste de la isla es el hogar de la vitivinicultura. La tierra volcánica donde se asienta aporta unos nutrientes naturales y además el terreno es el lugar perfecto para que la uva crezca y produzca un caldo especial.

Archipiélago Chinijo

El grupo de islotes formados por La Graciosa, Alegranza y Montaña Clara, junto con los Roques del Este y del Oeste, conforman lo que es conocido como el archipiélago Chinijo.

Sólo en uno de ellos, La Graciosa, reside una población permanente de unos quinientos habitantes, dedicados a la pesca y, en menor medida, al turismo.

En el sur de la isla predominan amplias playas de gran belleza, como las de Cocina y la de los Franceses. También en el litoral, se localizan los dos asentamientos de esta isla: Caleta de Sebo y Pedro Barba. El primero constituye el núcleo tradicional, mientras que el segundo es una pequeña urbanización turística.

Otro de los puntos fuertes de su riqueza natural es el entorno marino que lo rodea, que desde el punto de vista biológico, es uno de los más ricos y variados de Canarias, en el que hasta el momento se han catalogado 304 especies de macroalgas marinas.

Otro de los valores potenciales más significativos de esta Reserva Marina, lo constituyen, sin duda, las referencias históricas sobre la presencia de la foca monje (Monachus monachus). Este vertebrado marino, que se encuentra en peligro de extinción a nivel mundial, sobrevivía gracias a la tranquilidad y riqueza biológica que ofrecían estas costas, con abundantes cuevas y jameos donde se refugiaba y reproducía.

Arrecife

Arrecife es una animada y cosmopolita ciudad llena de cultura e historia, situada en la costa centro-este de la isla. Su nombre hace mención a los arrecifes de roca volcánica presentes en su litoral que protegen su pintoresco puerto.

Arrecife comenzó siendo un pequeño pueblo pesquero en el siglo XV y no paró de crecer hasta que terminó convirtiéndose en la capital de la isla en 1852. Hoy en día es conocido como un sitio ideal para efectuar compras. Sus calles están repletas de boutiques, tiendas de primera calidad con marcas de diseño y multitud de gangas, por lo que no cesan de llegar visitantes en pos de sus excelentes ofertas.

Órzola

En la entrada del pueblo norteño de Órzola se encuentra este conjunto de calas conocido como Los Caletones. Su accidentada orografía proviene de los restos volcánicos del Volcán de la Corona, en el pago vecino de Yé. Su benigna climatología, en días de poco viento, hace de Los Caletones una apacible zona de baño.

La cercanía con el Roque del Este y el avistamiento de Alegranza, unida a la kilométrica postal de lava rodeada de jable, le confieren un alto valor paisajístico. En medio de tanto peñasco conviven la fina arena y algunos mantos de vegetación.

Playa de Famara

Cobijada por el risco montañoso que acoge el punto más alto de la isla, Peñas del Chache, Famara es una de las estampas paisajísticas más impactantes de la isla.

La playa de Famara es una playa salvaje y deportiva para practicar actividades acuáticas como el surf, el bodyboard, el windsurf o el kitesurf, gracias a su oleaje y vientos constantes. O incluso deportes aéreos como parapente o ala delta, despegando desde lo alto del risco de Famara. Con la marea baja o vacía, la arena gana terreno al mar y en la orilla se forman grandes charcos de poca profundidad y agua tranquila. Es entonces cuando la enorme extensión de arena mojada es iluminada por el sol y en ella se reflejan las paredes del Risco, creándose así un espejo natural enorme, precioso y sin igual. En cambio, cuando sube la marea, hay zonas de la playa en donde la arena desaparece bajo el mar y las olas llegan a los callaos, rocas volcánicas redondeadas por la erosión marina.

Castillo de las Coloradas

La importancia geoestratégica de las Islas Canarias un territorio deseado por las potencias navales de los países europeos y los piratas africanos. Por ese motivo se decidió la construcción de este castillo en el municipio de Yaiza.

El Castillo de las Coloradas o Torre del Águila, fue construido entre 1741 y 1744 por dos razones, su campana advertía a la gente de los ataques de los piratas, y como defensa, porque cuando el puente levadizo es levantado es imposible ingresar al castillo.