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Día de las Letras Canarias 2021

El “terremoto poético” de Natalia Sosa

La obra y figura de la escritora grancanaria cobra protagonismo y se resitúa

con los actos por el Día de las Letras Canarias y la edición de ‘Soy éxodo y llegada’

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Día de las Letras Canarias 2021 La Provincia

La escritora grancanaria Natalia Sosa Ayala (1938-2000) fue un “terremoto poético”, una figura olvidada que convirtió el oficio literario en un ejercicio de resistencia. Una autora que escribía su propia realidad, “una voz de valentía” que no pudo usar como quería en la época que le tocó vivir, en palabras de Blanca Hernández Quintana, doctora de Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en la obra de Sosa Ayala, cuya figura y producción fue protagonista ayer miércoles en los distintos actos institucionales organizados con motivo de Día de las Letras Canarias 2021.

El Teatro Guiniguada y la Casa de Colón fueron ayer los escenarios en los que distintas voces reivindicaron la importancia de traer a primera línea a Natalia Sosa Ayala y la poesía de resistencia que practicó a contracorriente en los años del franquismo.

Lo recordó el presidente del Gobierno regional, Ángel Victor Torres, en el acto institucional anoche en el Guiniguada, junto a representantes institucionales, familiares de Natalia Sosa Ayala, y distintos especialistas en la escritora. “La palabra es lo único que nos vale para defender las ideas,”, dijo Torres tras mentar el aniversario del fallido 23-F y dinámica parlamentaria de los últimos días. Una palabra que sirve para expresar sentimientos y dar luz a lo que hace un tiempo se ocultó”, en clara referencia a la escritora.

“Una mujer que se adelantó a su tiempo”, según el presidente Ángel Víctor Torres

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Torres enfatizó la conveniencia de recuperar a la autora grancanaria, “que escribió su primera obra con 17 años, que podemos recuperar su obra más reciente y póstuma” con la edición de Soy éxodo y llegada (2021). En definitiva, “una mujer que se adelantó a su tiempo, que expresó sus sentimientos a través de la escritura, uno de los grandes nombres de la literatura canaria del siglo XX. Queda su obra, vamos a recordarla y disfrutarla a través de sus palabras”, concluyó el presidente.

La obra de Natalia Sosa Ayala abarca todos los géneros literarios, si bien la poesía fue donde encontró el sentido a la escritura. La suya es una obra trufada de metáforas y simbolismos “un lenguaje cifrado para contar lo que no se podía hablar e invita al público a que lo descifre”, explicaba ayer Blanca Hernández Quintana. Lo dijo en la Casa de Colón, en la presentación del libro Soy éxodo y llegada (2021) , junto a Marta Porpetta, directora de Editorial Torremozas, que reúne la obra de madurez de Natalia Sosa Ayala; y lo suscribió nuevamente en el Teatro Guiniguada, en la apertura del acto institucional.

La orientación sexual

Blanca Hernández es la responsable de la edición de Soy éxodo y llegada, con la que acentúa la visibilidad y promoción de la autora protagonista del Día de las Letras Canarias 2021, en la que participa el Gobierno regional y que viene a completar el conjunto de su producción poética después que este sello madrileño publicara No soy Natalia (2018), que reúne los poemas publicados en la revista Mujeres en la isla entre los años 1957, y los libros Muchacha sin nombre y otros poemas y Autorretrato. En este libro se presenta la obra poética a partir de la década de los noventa, que incluye el Diciembre (1992), el tercer capítulo de Cuando es sombra la tarde (1999), que incluye poemas escritos desde 1996 hasta 1997, y el poemario póstumo Los poemas de una mujer apátrida (2003).

La condición de mujer y lesbiana es determinante para conocer las formas literarias de Sosa Ayala. Así lo recordaba ayer Blanca Hernández. “La orientación sexual va imbricando toda su identidad y lo que es su escritura poética, porque las obras literarias se hacen eco de experiencias vivenciales”.

Fue Hernández quien llevó el verso de Natalia Sosa hasta la editorial Torremozas. La directora Marta Porpetta señaló que este sello especializado en literatura escrita por mujeres tiene el objetivo de recuperar autoras olvidadas de todas las épocas, entre ellas Natalia Sosa. Torremozas ha publicado a autoras de las Islas como Elsa López, Pino Ojeda, Tina Suárez, Mercedes Pinto, Josefina de la Torre, escritoras que “hay que sacarlas de aquí, es muy necesario que se conozcan”.

Blanca Hernández pone en valor el uso de un “lenguaje cifrado para contar lo que no se podía”

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En 2017 le propusieron editar a Pino Ojeda y conoció a Blanca Hernández. Fue ella quien le habló de Natalia. “Para mi fue una revelación, me quedé absolutamente fascinada de Natalia, dije que necesitaba esta autora”, subrayó Porpetta. En 2018 se publicó No soy Natalia, la primera época de su poesía hasta los años 80, y según dijo, “mucha gente la ha descubierto”. En su opinión, y así lo expresó en los distintos foros en los que participó ayer, dedicarle el Día de las Letras “es una apuesta valiente, porque lo importante es reconocer a los autores que han estado en la sombra como Natalia Sosa Ayala”.

Lectura y teatro

La voz de la poeta resonó en la Casa de Colón y en el Teatro Guiniguada. Ayer, y en memoria de la protagonista, hubo lectura de textos significativos de esa etapa de madurez que envuelve Soy éxodo y llegada en el museo colombino. Y un acto institucional, donde además de la palabra se brindó la representación de un fragmento de la obra teatral titulada Soy Natalia, basada en el cuento Bajo los pinos y el epílogo de Los poemas de una mujer apátrida, con dirección y dramaturgia de Arima León, e interpretado anoche por la actriz María Sabaté en el Guiniguada; una pieza audiovisual también con firma de Arima León y que forma parte de un proyecto en desarrollo que culminará con un documental dedicado a la figura de Natalia Sosa Ayala en el que participa Antonio Becerra Bolaños, profesor titular de la ULPGC; y la voz de Paula Vega, poeta y cantante, que musicó un texto de Natalia Sosa dedicado a Pino Ojeda, también en el Guiniguada.

Decía Antonio Becerra, que participó anoche en el acto institucional en representación de la familia de la escritora homenajeada, que celebrar su obra es hacerlo extensivo a otras tantas voces de las letras canarias y del arte en general. Y que, aunque es certera la definición de una mujer que tuvo múltiples frentes en su contra y que tuvo refugio en la escritura, la poesía en el caso de Natalia Sosa Ayala, más que un arma de lucha era la mejor manera que tenía para comunicar.

El rescate editorial de Natalia Sosa va más allá de los actos celebrados ayer y de la edición de Soy éxodo y llegada. La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, Manuela de Armas, avanzó ayer en el Teatro Guiniguada que a lo largo de año se han organizado distintas iniciativas en torno a su figura y producción.

“Reivindicarla, disfrutarla y difundirla”

Convertirse en voz de marginados e indefensos reclamando igualdad frente a las estructuras sociales que los discriminan es una meta que al fin ha alcanzado, pasadas dos décadas de su muerte, Natalia Sosa Ayala, que a duras penas logró publicar en vida y falleció arrinconada, en gran medida, por su condición de mujer y lesbiana, según el testimonio de jóvenes autores de islas. los nuevos autores. Ayer, el teatro Guiniguada reunió con el título Natalia Sosa Ayala y las jóvenes voces artísticas de Canarias a Aida Rossi, Yeray Barroso, Paula Vega García, en un encuentro moderado por Blanca Hernández Quintana. El legado literario de Natalia Sosa Ayala (1938-2000) es una poética integrada por varios volúmenes que, incluso, “es importante que se reedite”, a fin de acercarla a un público para el que es mayoritariamente desconocida, según ha dicho la autora y periodista Aida Rossi. Rossi ha admitido su relativamente reciente descubrimiento de Natalia Sosa Ayala, Por su parte, Yeray Barroso ha reconocido que “llegó tarde” a saber de esa escritora, “como llegamos tarde a lo que está fuera del canon”. Frente a esos límites que excluyen a muchas escritoras “no porque no tengan calidad”, sino por razones ajenas a la literatura, “tenemos que reivindicarla, disfrutarla y, sobre todo, difundirla”. Por su parte, Arima León, estudiosa de la poetisa, ha relatado era un “ente, en parte, incómodo, porque estaba cuestionando siempre”, desde los designios divinos a la “hipocresía” social a la que dedicó unas de sus rimas. | Efe. 

Sus versos


Muchacha sin nombre (fragmento)



No me llamo Natalia.

Jamás nací.

O si nací fue muerta.

El sol extendía sus primeros rayos

por una madrugada fatídica de marzo.

Mas no era yo la que su luz bebía.

Yo no existí jamás.


Muchacha sin presente (fragmento)


Soy una muchacha que no tiene presente.

Camino

hacia el umbral gris de la mañana.

Bajo

hasta la gran urbe

donde están los hombres esperándome.

El autobús me lleva.


Autorretrato 1981 (fragmento)


Poder volver atrás, sentir los ojos limpios, 

resucitar, borrar esa impureza, 

ahogar este dolor, 

consumir del pecho.

Poder decir, perdón, esta sombra perversa, 

las nubes, los recuerdos.

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