Está claro que el cine de terror no es apto para cualquier público. No todos son capaces de disfrutar de la adrenalina que un buen susto bombea en el cuerpo. Pero aunque en la mayoría de las cintas de este género provoquen pesadillas, algunas películas de terror son tan malas que en lugar de miedo dan risa. Estas son sólo algunas de ellas.

'Troll 2' (1990)

En su estreno esta producción italiana fue considerada como una de las peores películas de la historia. Pero con el paso de los años ha terminado convirtiéndose en una película de culto, eso sí, más como comedia que como cinta de terror. La historia de 'Troll 2' gira en torno a una familia que se muda a un remoto pueblo de Estados Unidos y descubre que sus vecinos son en realidad unos seres diabólicos.

'Leprechaun 5: La Maldición' (2000)

La saga Leprechaun, protagonizada por un malévolo duende irlandés que intenta recuperar su oro, llegó incluso a contar en su reparto con Jennifer Aniston. Pero no fue en esta película. En 'Leprechaun 5: La Maldición', el duende descarga su furia contra tres jóvenes raperos con escenas tan memorables como en las que aparece fumando hierba o rapeando.

'Payasos asesinos del espacio exterior' (1988)

Los payasos pueden llegar a ser aterradores, eso es un hecho. Pero si además se trata de bufones alienígenas de aspecto macabro que llegan a la Tierra en una carpa de circo para matar a los humanos de formas hilarantes, el resultado es aún más surrealista y aterrador.

'La rebelión de las máquinas' (1986)

Stephen King fue el encargado de dirigir esta película basada en su relato 'Camiones'. El paso de un cometa cerca de la Tierra hace que los aparatos eléctricos cobren vida e intenten, como no podía ser de otra manera, matar a todos los humanos que se encuentran a su paso. Si algo se puede salvar de esta película fue su banda sonora, que corrió a cargo de AC/DC.

'Viernes 13 Parte X: Jason X, El mal cambia de rostro'

James Isaac intentó con esta cinta resucitar la saga slasher que tantos buenos sustos dio en la década de los 80. Pero lo hizo de la peor manera posible: mandando a Jason Voorhees al futuro y a la espacio. En el año 2445, Jason despierta en una nave repleta de universitarios tras haber pasado más de cuatro siglos criogenizado. El resto de la historia ya la conocemos.