Sucumbe de lleno a la hora de recrear el paisaje que marcó la terrible infancia de la protagonista y fracasa también en su propósito de adaptar a la pantalla la novela de John Ramsey Campbell, autor del que ya se llevó al cine, eso sí con bastante mayor acierto, 'Los sin nombre' con dirección de Jaume Balagueró.

Con semejante punto de partida cualquier profano puede entender que 'La influencia' no esté, en absoluto, a la altura de las circunstancias y que, muy al contrario, se venga abajo por defectos notorios que provienen de la dirección y de la descripción del ambiente. El que se trate de una ópera prima no justifica errores que son manifiestos y que rompen los aspectos de mayor peso en la cinta.

Con una tendencia a fomentar secuencias de pretendido alto voltaje, que reiteran los gritos y la histeria de los personajes, se intenta desde un principio, sin lograrlo en ningún momento, configurar una atmósfera inquietante y siniestra de cara a asustar al espectador al precio que sea. Estamos en una mansión de tipo gótico a la que ha regresado Alicia, una mujer de pasado tenebroso y sin motivo alguno para haber disfrutado de la felicidad, que llega con su esposo y con Nora, su hija de nueve años.

Ha vuelto después de varios años para visitar a su madre, una matriarca sin sentimientos, que se encuentra en estado de coma en una habitación que devuelve a Alicia el sabor de unas trágicas pesadillas. La aparición de otros familiares ponen sobre la mesa temas económicos vinculados a la herencia que no hacen más que enturbiarlo todo.

La película intenta que el miedo se apodere de un ambiente semejante en base a la morbosidad que preside el lugar y a la presencia casi física de la muerte. Nada que llegue a impactar porque fallan los resortes básicos para que la realidad sea un invitado fundamental. Y sobra, sobre todo, esa jauria de chillidos que tratan de hacer viable lo que es, simplemente, decepcionante.