Certifica algo conocido por todos los que se interesan por la adaptación al cine de novela gráficas de prestigio y por unas películas de acción personales con una gama de recursos tecnológicos notoria y es que el cineasta norteamericano de origen mexicano Robert Rodríguez es uno de los cineastas más destacados y brillantes.

El autor de 'Mariachi', 'El mexicano' y 'Abierto hasta el amanecer', referentes de un celuloide de acción y violencia en dosis masivas y con gran sentido del humor, revela lo mejor de su filmografía en esta versión impagable y llena de encanto de la serie de novelas gráficas manga Gunnm, de Yukito Kishiro. Las claves están muy claras y hay que buscarlas en la decisiva colaboración en la cinta, en calidad de coguionista y productor, del James Cameron de Avatar y Titánic. Y en el plano del reparto no se puede dejar a un lado la presencia de tres nombres con Óscar: Christopher Waltz, Jennifer Connelly y Mahershala 'Ali.

La película es un producto perfectamente diseñado y elaborado que pone de relieve la mediocridad que anida en estos derroteros donde impera la ausencia de originalidad y el plagio más o menos encubierto. Alita recurre a un escenario muy socorrido, el de un mundo postapocalíptico en el que el planeta ha quedado casi totalmente devastado por una terrible guerra, pero eso nos lleva a territorios, si no poco explorados, sí mostrados desde perspectivas más enriquecedoras y sugestivas. En este marco irrumpe una joven cyborg al borde de la muerte que es rescatada de un desguace por un doctor especializado en androides que opta por llevarse sus restos al detectar que mientras su cuerpo es un amasijo de chatarra, su cerebro todavía funciona. Atraído por la muchacha, que no recuerda nada de su pasado y a la que llama Alita, se vuelca sobre ella con una absoluta generosidad.

Es así como se filtran dosis de interés y de vitalidad a una historia que va empoderando a la mujer y situándola en el lugar que le corresponde, sobre todo en el plano de sus exhaustivos conocimientos de la lucha cuerpo a cuerpo y su capacidad para derrotar a un enemigo muy superior en número. Con este decorado irá poniendo cerco a las fuerzas corruptas.