De la noche a la mañana, la carrera de Kevin Spacey ha caído en picado. Cuando el público todavía estaba conmocionado por la sucesión de denuncias por acoso sexual contra Harvey Wenstein, otras presuntas víctimas perdieron el miedo que las había tenido en silencio durante años y también hicieron públicos sus casos. La carrera de grandes estrellas e insignes autores que estaban en la cumbre se tambalean. Hace un par de años ya vimos cómo caía Bill Cosby. El caso más evidente es el de Kevin Spacey cuyos últimos trabajos están siendo borrados literalmente de la existencia, pero no es el único. Las carreras del humorista Louie C. K., que tiene tres series como productor en antena, y hasta la de Jeffrey Tambor, el protagonista de Transparent, han sido salpicadas por esta sucesión de escándalos sexuales.

Todas las incógnitas se mantienen abiertas sobre House of Cards. La quinta temporada había terminado en un punto en que el personaje de Francis Underwood podría salir en cualquier momento de la serie. La idea inicial había sido dejar todo preparado para una sexta temporada final con la que despedir al matrimonio político más intrigante de Washington y en la que Claire sucedía a su marido en la presidencia. También es cierto que el prestigio crítico que venía manteniendo la serie de Netflix había empezado a tambalearse. En un año la serie habría terminado, pero saltó el escándalo. El actor Anthony Rapp, que ahora es una de las estrellas de Star Trek Discovery, denunció que en 1986, cuando tenía la edad de 14 años, Spacey había tratado de abusar de él durante una fiesta. Al hacerse públicos estos hechos, Spacey hacía una jugada propia del personaje de Francis Underwood, tratando de desviar la atención de lo que se estaba denunciando. El actor salía del armario declarándose gay y señalando que no recordaba el incidente y que, si realmente ocurrió así, se disculpaba con su víctima. Quizá su intención fuera presentarse como el personaje que interpretara en Medianoche en el jardín del bien y del mal. Pronto salieron las voces que denunciaron el burdo intento de desviar la atención, intentado tapar un titular con otro que podía ser de mayor impacto. A veces, la gente no es tan manipulable como Underwood cree.

Las cosas siguieron complicándose más para el actor cuando ocho miembros del equipo de rodaje de House of Cards le acusaban de haber sido víctimas de conductas parecidas, tildándole de "depredador sexual". Esa misma semana salía a la luz que la policía británica lo estaba investigando por otros caso ocurridos en Londres en el año 2008. Ya no era algo que pasó en una fiesta hace treinta años, sino que parecía un modus operandi. En este ambiente, alguien desentierra un sketch de hace dos años de la serie Padre de Familia, en el que Stewie aparecía corriendo desnudo por un centro comercial pidiendo ayuda porque se había escapado del sótano de Kevin Spacey. Con lo que se sabe ahora, la escena cobra nuevas interpretaciones y en su día pasó desapercibida.

Ante las proporciones que estaba alcanzando el escándalo, la reacción de Netflix no se ha hecho esperar. Primero anunció que la sexta temporada de House of Cards sería la última. A los pocos días, iba más allá y suspendía de manera indefinida el rodaje. También cancelaba la película que Spacey iba a producir para la plataforma de streaming. Esto apunta a que en un primer momento la cadena se planteó seguir contando con el actor para terminar la serie. Ahora ha dado marcha atrás y su intención es la de romper definitivamente con él. En estos momentos, parece que están sopesando opciones. No hay que obviar que House of Cards fue una de las primeras series de la plataforma y que le sigue proporcionando beneficios. Sobre la mesa está la posibilidad de hacer la sexta temporada sin Spacey, o bien realizar varios spin offs como series nuevas de algunos de los protagonistas. Tenemos a Claire Underwood, personaje que nos ha confirmado a Robin Wright como una gran actriz y capaz de llevar sola todo el peso de la serie. Pero también se ha barajado el dar título propio a Doug Stamper, ese oscuro personaje interpretado por Michael Kelly que siempre acaba realizando los trabajos más sucios para los Underwood. Quizá en Netflix estén esperando a que las aguas se calmen, o bien están reescribiendo todos los guiones. Hubo un tiempo que estas cosas se arreglaban mediante el llamado Síndrome de Darrin, esa operación por la que se cambia a un actor de una serie por otro sin dar más explicaciones. Tenemos ejemplos recientes. Se ha hecho en Sense 8 y hasta en la mismísima Juego de Tronos. En las próximas semanas podríamos tener novedades, sobre cuál será el futuro de Hpuse of Cards.

En España se plantea otra interesante pregunta. Los derechos de la serie en nuestro país se vendieron en su día a Movistar, al igual que los de Orange is the New Black. De esta manera, las nuevas temporadas de ambas siempre se estrenan primero en la plataforma de Telefónica y, casi un año más tarde, se reemiten en Netflix España. ¿Estrenarán la quinta temporada que se emitió la primavera pasada y que ellos aún no han colgado para sus usuarios?

Las denuncias de acoso han salpicado a otro de los más destacados humoristas de la televisión Louie C. K. que había alcanzado su prestigio con la serie Louie y es cocreador y productor de Better Things, Baskets y One Mississippi. El cómico admitió los hechos de las denuncias por acoso sexual que le habían presentado varias mujeres y que le acusaban de haberse masturbado frente a ellas. ¿Cómo desligar estas acusaciones de un autor en el que buena parte de su obra se basa en la mezcla de realidad y ficción y sus historias tienen un fondo autobiográfico? Hacer chistes con determinados temas explorando los límites a los que debe llegar el humor de pronto deja de ser gracioso en el momento que se ponen sobre la mesa acusaciones de ese calibre. El nombre de Louie C. K. se ha retirado de todas las producciones del cómico en la HBO y FX, al igual que los programas especiales que recogían sus monólogos humorísticos. Pamela Adlon, compañera de trabajo del humorista y protagonista de Better Things, ha declarado sentirse devastada y anodada por los hechos. Better Things, una comedia de la que tenía previsto hablar en próximas semanas, ha sido renovada para una tercera temporada, pero continuará sin uno de sus cocreadores. A pesar de ser una de las mejores comedias de este año, ha quedado seriamente tocada.

Los escándalos no han sido ajenos tampoco a la tercera plataforma de pago Amazon, donde también ha sido denunciado el protagonista de una de sus series más seguidas. Hablo de Jeffrey Tambor y de Transparent. Amazon se está planteando muy seriamente despedir al actor, aún a pesar de que su interpretación era uno de los principales méritos de la serie. Tambor ha recogido numerosos premios por su interpretación de un septuagenario transexual, Maura Pfefferman. El veterano intérprete no ha reconocido nada, al contrario que en los casos relatados hasta ahora, y lo ha negado tajantemente. El problema es que otra compañera de rodaje también ha asegurado haber sido acosada sexualmente por él. De momento, Amazon ha abierto una investigación interna para ver qué ha ocurrido antes de tomar cualquier decisión sobre el futuro de la serie, que recientemente estrenó su cuarta temporada y ya estaba renovada para una quinta. No es el primer escándalo sexual que salpica a Amazon en las últimas semanas. El presidente de Amazon Studios, Roy Price, ya tuvo que dimitir hace un mes de su cargo tras una denuncia por acoso la productora de The Man in High Castle, otro de sus grandes éxitos.

Por si fuera poco, la plataforma de pago también ha sido salpicada por el caso Wenstein, precisamente el que ha iniciado toda esta cascada de denuncias. Resulta que Amazon se había aliado recientemente con la productora de los dos hermanos para futuros proyectos televisivos. Una alianza que se ha venido al traste tras la cascada de denuncias contra Harvey Wenstein. Uno de los proyectos afectados por la caída de desgracia del productor es la cancelación de una serie protagonizada por Robert de Niro y Julianne Moore con el director David O. Rusell, con quien en la gran pantalla el actor ya había trabajado en El lado bueno de las cosas. De la financiación de esta nueva serie se iban a encargar los Wenstein. Tras el escándalo, no parece que eso vaya a ser posible. Amazon se ha desvinculado de ellos y ha optado por suspender el proyecto. Robert de Niro había sido reacio a dar el paso a la televisión, dado que pertenece a una generación que menospreciaba este medio. Lo consideraba un retroceso, mientras protagonizaba para la gran pantalla títulos muy alejados de la calidad a la que nos había tenido acostumbrados. Esperemos que la mala experiencia no le haga replantearse su decisión.

En cambio, sí que mantendrá otra serie que estaba incluida en el acuerdo. Amazon se mantendrá como la única productora, sin ningún socio incómodo. Se trata de un drama de ocho episodios sobre los Romanov que, ambientado en el presente, cuenta la historia de distintas personas que creen ser descendientes de la familia imperial rusa. A cargo del proyecto corre el responsable de Mad Men, Matthew Weiner, a quien recientemente otra guionista ha acusado de haberla acosado sexualmente en el año 2009. No ha debido dar mucha credibilidad a la denuncia, puesto que Amazon sigue adelante con esta serie.

Ni los superhéroes están a salvo del acoso. Esta misma semana, Warner ha suspendido a Andrew Kreisberg, responsable de las distintas series que adaptaban los cómics de la DC, entre las que se encuentran Flash, Arrow, Supergirl y Legends of Tomorrow. Kreisberg está apartado de su empleo después de que ser acusado de crear un ambiente tóxico en el trabajo y de que el acoso sexual estuviera a la orden del día durante los rodajes. El showrunner ha negado las acusaciones y no ha sido despedido todavía, a la espera de lo que determine la investigación interna.

¿Seguirán surgiendo nuevos casos? Los denunciantes tienen claro que callar permite que una serie de personas sigan teniendo carta blanca para mantener sus comportamientos y reafirmar su poder. Si se demuestra la veracidad de las denuncias, cualquiera puede caer.