Llega al Teatro Pérez Galdós la ópera de cámara Lazarillo, la última composición escénica del Premio Nacional de Música David del Puerto, sobre la novela fundacional del género picaresco.

Lazarillo, el niño, vaga entre pueblos ruinosos, llenos de esqueletos de edificaciones que alguna vez fueron sueños de progreso. Pasa de mano en mano, sirviendo a amos y señores, aprendiendo de ellos duras lecciones de cómo sobrevivir.

En una España árida, azotada por un sol sofocante, las pocas lluvias son torrenciales y desbordan los cauces de los ríos provocando inundaciones. La ignorancia, el fanatismo y la miseria son explotadas por seres que luchan por un bocado mientras tratan de mantener intacta su falsa honra. En este panorama, Lazarillo, el niño, vaga entre pueblos ruinosos que alguna vez fueron sueños de progreso. Pasa de mano en mano, sirviendo a amos y señores, aprendiendo de ellos duras lecciones de cómo sobrevivir. Pero, ¿en qué año estamos? ¿Es 1550 o 2050? ¿Todo esto es antes o después del desastre climático?

Mirar a Lazarillo es mirar al pasado y al futuro al mismo tiempo, es acariciar el pasado con el alivio de haberlo superado y palidecer ante la advertencia del futuro que nos desvela.

Lazarillo de Tormes es la última ópera del Premio Nacional de Música David del Puerto; con libreto de Martin Llade sobre la novela homónima, dirección de escena de Ricardo Campelo y dirigida musicalmente por Lara Diloy, cuenta con un ensemble de 6 músicos y un reparto de 4 cantantes, encabezados por Ruth González. Con un texto fielmente respetuoso con el original, la obra presenta una cruda mirada a una España azotada por la miseria, el fanatismo y la explotación, a través de la vida de Lázaro.

La puesta en escena del 'Lazarillo' utiliza tecnología audiovisual para amplificar la experiencia teatral. Una pantalla gigante de ocho metros de ancho proyecta imágenes generadas en tiempo real durante la función. Una cámara en vivo captura las acciones de los cantantes y las transmite en la pantalla, lo que permite ver primeros planos de la cara, las manos y los labios de los interpretes.Además, se manipulan las imágenes para crear multitudes, superponiendo diferentes tomas para crear el efecto. También se rompe el orden de la escala con pequeños objetos sobredimensionados a través de las tomas de las cámaras ante los intérpretes. Se utilizan efectos como interferencias, asincronía, efecto nieve, pixelado y delay.