Negra, bonita, azucena, colorada y borralla.No son las protagonistas de una novela de realismomágico, sino los nombres de las cinco variedades principales de las llamadas papas antiguas canarias.

El Gobierno autónomo espera que estos tubérculos, que llegaron de Latinoamérica en el siglo XVI, se conviertan pronto en Denominación de Origen, si la Unión Europea así lo considera. Para ello ha elevado un pliego en el que se fundamenta desde la composición química a la historia, pasando por la forma de cultivo de este producto que hace las delicias del comensal, sobre todo, con el impagable aderezo de un buen mojo.

Damos un repaso a las variedades de la papa canaria:

Melonera o borralla

Papa muy común en las montañas de Anaga y localidades próximas, en la isla de Tenerife. Sin embargo, su cultivo es residual en el norte de la isla del Teide. Según los expertos es muy productiva y resistente a la seca. La melonera o borralla produce tubérculos de mucha consistencia. Para todos los gustos

Del ojo azul

Papa exquisita, cultiv da principalmente en las montañas de los pueblos ubicados en el norte de Lanzarote. Antaño muy estimada e imprescindible en celebraciones como el Día de Nochebuena. Hoy en día se encuentra en manos de muy pocas familias y está, desgraciadamente, próxima a desaparecer.

Azucena negra

La azucena negra presenta una gran dispersión, pues se puede encontrar su cultivo sembrado por toda la medianía norte de la isla de Tenerife, donde su siembra es muy tradicional, según los datos históricos y etnográficos recogidos en la zona. Los gastrónomos aseguran que posee una excelente calidad gustativa.

Bonitas o marruecas

Hay distintas papas de ntro de esta categoría, la bonita negra, por ejemplo, es poco conocida, pero aparece bastante en el Valle de la Orotava, en Tenerife. La papa bonita de ojo de perdiz es la de mayor dispersión geográfica de todas las de esta variedad. La bonita colorada es la más apreciada por los consumidores.

Azucena blanca

La variedad de azucena blanca está distribuida de forma similar a la azucena negra, aunque se observa un cultivo menos abundante. Únicamente comprendida en la medianía comprendida entre Icod Alto y La Guancha, su presencia es destacable. Muy gustosa y de textura suave.

Mora

Esta papa se localiza únicamente en algunos caseríos de lo alto de las montañas de Anaga, donde su cultivo es tradicional, aunque ahora es meramente testimonial. Su gran importancia documentada en épocas anteriores no ha impedido que en estos momentos se encuentre en serio peligro de desaparecer.

Negras

Existen multitud de papas negras, pero la denominación se refiere a la papa negra yema de huevo, de carne amarilla y muy apreciada por su sabor y consistencia. Su distribución es amplia debido al auge que ha tomado en los últimos años. También está la negra remuda y la negra herreña.

Colorada de baga

Papa muy apreciada y plantada en mayor o menor medida en toda la medianía de la isla de Tenerife, así como en algunos puntos de la cordillera de Anaga. Aguanta mucho tiempo sin grelar y su gusto mejora con el tiempo, ganando en calidad unos meses después de la cosecha.

Papa negrita

La papa negrita es una auténtica reliquia del pasado agrícola de la isla de El Hierro. Desplazada hace siglos de los terrenos de cultivo, sembrada posteriormente en los huertos gracias a la sensibilidad de las agricultoras herreñas, demanda hoy un urgente plan de recuperación.

Terrenta o sietecueros

Apenas en cultivo hoy en día, aunque relativamente importante en La Esperanza y en los altos de los municipios de Tacoronte, El Sauzal, La Matanza y La Victoria. Dedicada básicamente al autoconsumo, es apreciada tanto por su gusto como por su largo periodo de eposo.