La primavera da sus últimos coletazos, pero la ropa de abrigo está encerrada en el rincón más oscuro del armario. El sol comienza a apretar y las temperaturas invitan a pasar más tiempo fuera de casa. Los paseantes se animan a ir al campo, e incluso los hay que se atreven a mojar los pies en la orilla del mar. Está claro: llega el verano.

Y qué mejor embajador del período estival que el helado. Se puede tomar todo el año, pero es ahora cuando más se valora su delicioso poder refrescante. Las heladerías tradicionales despliegan sus toldos, pero en los últimos años han proliferado los puestos de venta de yogur helado, más ligero y versátil. Por supuesto, existen alternativas caseras a esta receta tan sencilla y sabrosa.

Yogur helado:

Así se prepara: se separan convenientemente yemas de huevo -las claras se reservan para su uso posterior- y se mezclan con azúcar hasta conseguir una crema homogénea. Se bate la nata hasta que espese, y se lleva la clara a punto de nieve. Todo ello se mezcla en un cuenco, donde se vierte el yogur. Se mezcla bien el contenido y se introduce al congelador dentro de un recipiente apto para congelar. Después de dos horas, el helado estará listo para servir y consumir.

Ingredientes (4-5 personas): 3 huevos, 100g de azúcar, 300g de yogur natural y 150ml de nata.

Ahora que ya tenemos el helado, falta coronarlo. Lo que popularmente se conoce como 'topping' no es más que añadir ingredientes que complementen la experiencia de tomarse el helado a través de todos los sentidos. De entre todos los 'toppings' existentes, te traemos cinco propuestas que, sin duda, harán las delicias de los comensales.

Mace

donia

Otro sinónimo del verano, que combina perfectamente con el helado. Kiwi, fresas, piña, mango, plátano...

Cualquier mezcla de frutas es válida. Lo único que hay que hacer es limpiar bien las frutas y trocearlas.

También se puede incluir un poco de miel para aportar un extra de dulzor.

Nuez de macadamia

Este fruto seco poco conocido está ganando adeptos en nuestro país gracias a su delicado sabor y a sus beneficios para la salud cardiovascular.

A pesar de su exotismo, es fácil de encontrar en grandes superficies, y otorga al helado una textura peculiar tanto troceada como rallada.

Puré de frutas del bosque

A modo de salsa, las frutas rojas pueden ser el acompañamiento perfecto a un buen helado.

Se pueden utilizar mermeladas compradas, y también realizarla en casa a modo de compota.

También es interesante combinar sirope de fresa o frambuesa con estas frutas troceadas.

Nubes

Ligeras y de textura esponjosa, las nubes de azúcar pueden ser una alternativa a las virutas de colores.

Existen infinidad de tipos, desde las clásicas rosas y blancas hasta las rellenas de gelatina, pasando por las que adoptan formas curiosas.

Puedes elegir el tipo que más te guste, pero recomendamos que sean pequeñas y de varios colores.

Chocolate

Clásico entre los clásicos. El chocolate nunca falla. Es la pareja perfecta del helado.

Puedes fundirlo previamente y rociarlo para que se solidifique al instante, rallarlo para que se mezcle bien en el paladar con el sabor del yogur helado, e incluso trocearlo para que cruja en cada bocado.

Cualquier apuesta será acertada.