Felipe Aguirre desvela los secretos de la música antigua griega en el CaixaForum de Palma de Mallorca

Música, palabra cantada y recitada y muchas sorpresas. Estos son los principales aderezos que ofrecerá el performance 'El arte de las musas: música, canto y danza en escena' liderado por el director de orquesta Felipe Aguirre.

Esta propuesta realiza un análisis exhaustivo y muy riguroso de algunos hitos de arte musical de la antigua Grecia. 

"Estamos ante un recorrido por la creación e interpretación artísticas de la antigua Grecia, entendidas como expresión de la singular fusión entre palabra, canto y mímica simbólica que tanto caracterizó al espíritu heleno", asegura Aguirre.

Este programa entendido en su acepción original como una fusión creativa entre sonido instrumental y el canto,

que iluminará el CaixaForum de Palma de Mallorca el próximo 10 de mayo.

Aguirre disertará y pondrá en práctica la más pura sonoridad clásica en un acto que tendrá como narrador a Eduard Moya y contará con la actuación de Aedos Ensamble, la soprano canaria Magdalena Padilla y Raquel Ribas. Por su parte, Elisa Anzellotti pondrá la dosis de danza símbolica.

La pretensión última es recuperar "una forma de sentir y vivir el arte musical (o mousiké téchne), tal como lo concibió la cosmovisión griega antigua, no apelando tan sólo a un sentido de percepción", resalta Aguirre, "sino interpelando al espectador en su compleja totalidad: la palabra poética se relaciona principalmente con la «inteligencia noética» (nous); la melodía, cantada o instrumental, con el «alma» (psyché); y la danza, con el «cuerpo» (soma)".

Un encuentro musical que persigue dar a conocer el sonido que existía en esa época y los instrumentos que se tocaban. De esta forma, resonarán la lira, herramienta fundamental en la educación, hecha de caparazón de tortuga y madera; la kithara, instrumento de cuerda muy elaborado, el bárbitos, un cordófono utilizado a menudo en el culto a Dioniso y con sonido muy grave; la phórminx, una especie de lira con cuerpo de madera con forma de media luna; así como el aulos, instrumento de viento que se tocaban en pares. También sobresalen, el tympanon (una especie de tambor) y los kymbala (un tipo de platillos), muy presentes en los cultos de Dioniso y Cibeles.

Todo con el propósito de destacar el valor que se daba a las artes y a la música antigua en Grecia y su gran influencia en la música occidental. Aguirre recuerda que no sólo pervivieron hasta la Modernidad los modos antiguos (especie de escalas con diferentes configuraciones e intervalos), marcando el desarrollo de la música durante la Edad Media. "La idea occidental de escala de siete sonidos tiene su origen en la teoría antigua griega, por cierto, muy probablemente enriquecida por influencias de otras civilizaciones. Cuando escuchamos la reconstrucción de algunas de las melodías que sobrevivieron", continúa Aguirre, "apreciamos un enorme parentesco estético con nuestro propio desarrollo musical". En ese punto, el director destaca que, "por medio del enorme efecto que tuvo la oratoria sobre nuestra cultura moderna (a través de la lectura y transmisión que de ella hizo el Renacimiento), hemos heredado también de los griegos una concepción de la música basada en su poder de transformación de las emociones y de los pensamientos".

Aunque en la antigua Grecia la música tenía una presencia significativa en todos los aspectos de la vida cotidiana y la cultura, algunos de los géneros musicales más populares, apunta este experto, "incluían: la tragedia y la comedia, en los que la música era una parte esencial de la dramaturgia, estructurada en intervenciones corales y solos cantados por los actores". A esto se le unen los poemas líricos, cantados con acompañamiento musical, a menudo por un coro o un solista con instrumentos de cuerda como la lira o la kithara,y que podían ser de diversos temas, como el amor, la naturaleza o la política, la música para la danza, dos artes que estaban estrechamente relacionadas en la antigua Grecia.