Los directores italianos Paolo y Vittorio Taviani ganaron hoy el Oso de Oro de la Berlinale con su película "Cesare deve morire", un impactante filme que traslada el clásico de Shakespeare a una cárcel de alta seguridad de la Roma actual y que está interpretado por presos reales.

El jurado, presidido por Mike Leigh, dio su máximo premio a los veteranos hermanos y repartió los siguientes honores entre el cine más joven, empezando con el Gran Premio Especial "Csak a szél", (Just The Wind), del húngaro Benedek Fliegauf y centrado en los asesinatos xenófobos de gitanos en ese país.

El Oso de Plata al mejor director fue para el alemán Christian Petzold, por "Barbara", centrado en una doctora acosada por la Stasi (los servicios secretos) en la antigua Alemania comunista.

Su colega portugués Miguel Gomes ganó el Alfred Bauer, en memoria del fundador del festival, con "Tabu", una hermosa historia de amor rodada en blanco y negro y ambientada en el África colonial.

Hacia África se fue, asimismo, el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina, que ganó la congoleña Rachel Mwanza, por su papel de niña soldado africana en el filme "Rebelle".

La plata para el mejor actor fue para su colega danés Mikkel Boe Folsgaard, por su papel en "En kongelig affære", (A royal affair), sobre amores palaciegos en tiempos de la Ilustración, galardón para el que partía como favorito su compañero de rodaje Mads Mikkelsen.

El jurado sorprendió, asimismo, a los presentes dando una mención y un Oso de Plata especial, fuera de programa, a la directora suiza Ursula Meier, por "L'enfant d'en Haut", una de las películas favoritas de la crítica.

El "Tabú" de Gomes, una co-producción lusobrasileña, ganó además del Alfred Bauer el premio de la Federación Internacional de la Crítica, FIPRESCI, dado a conocer el viernes.

El palmarés de la Berlinale quedó así repartido entre la veteranía de los Taviani, que se llevaron el Oro, y las nuevas generaciones de talentos, en los que recayó el resto.

Formaban el jurado, junto a Leigh, su colega iraní Asghar Farhadi -Oro el año pasado con "A Separation"-; su colega francés François Ozon; la actriz francesa Charlotte Gainsbourg y la alemana Barbara Sukowa; el actor estadounidense Jake Gyllenhaal; el escritor argelino Boualem Sansal y el camarógrafo holandés Anton Corbijn.

El reparto de premios cuadró con el espíritu de la 62 edición de la Berlinale, que este año estuvo marcada por la alta presencia del cine comprometido en todas sus secciones -en total se vieron unos 400 filmes-, pero especialmente en su sección a concurso.

La lista de las 18 aspirantes tenía perfiles de mapa geopolítico de los conflictos, pendientes o saldados, de todo el mundo, a partir de un concepto amplio de las revueltas árabes, el eje temático elegido por el director del festival, Dieter Kosslick.

Fueron nueve días de cine de alto voltaje político o social, salpicado de dramas personales, y casi siempre en formato de películas de modesto presupuesto.