Ayoze García

"El Festivalito debería ser como una jam session", les espeté a unos amigos hace un par de semanas: aquella era la última jornada del Festival de Jazz y de madrugada en el local The Paper Club de la capital grancanaria andaban tocando (juntos, revueltos, improvisando, intercambiándose instrumentos...) los músicos que habían actuado horas antes con sus respectivos grupos en el Parque de Santa Ana. Un par de nosotros entre el público íbamos a ir al Festivalito, y hablando de la que se avecinaba con el bendito caos de La Palma Rueda se me ocurrió la frase de marras.

Pues bien, por mucho que quede fatal autocitarse, algo de eso hay. A la hora de participar en la sección de rodajes de cine extremo, uno puede ir ya con un equipo de colaboradores e ideas preconcebidas que intentar adaptar al lema de este año (recordemos: 'Ave fénix'). Lo cual está muy bien, pero se supone que la magia del Festivalito radica precisamente en lo fortuito.

Y como en ocasiones conviene favorecer dichas casualidades, la jornada del sábado estuvo dedicada sobre todo a la toma de contacto entre los directores, actores y técnicos inscritos en La Palma Rueda.

Estos últimos, sonidistas, cámaras, etc., serán por supuesto los más solicitados: ni que decir tiene que su labor, no siempre agradecida, elevará la calidad de muchos de los cortos que se cuezan estos días en la isla, de modo que a los técnicos se les mimó bastante en el 'encuentro de confraternización' que tuvo lugar a partir de las 11.00 horas en el Club Náutico de la capital palmera, donde se han instalado las oficinas del Festivalito.

Allí se presentaron por ejemplo los participantes más internacionales (un grupo de jóvenes italianos y un director iraní residente en Alemania), se resolvieron dudas y quedó claro que en esta sección del festival hay hueco tanto para los cineastas más veteranos como para los niños de la escuela grancanaria Cámara y Acción, que se han propuesto hacer sus propios cortos y aprender presenciando otros rodajes.

Y un rato después ya habíamos subido a la guagua con rumbo a Montaña de la Breña: una excursión para que el personal siguiera estrechando lazos y madurando ideas, ya con la complicidad de haber posado todos juntos antes en una fotografía plátanos de Canarias en mano, que así es como acabó la reunión en el Club Náutico.

El Festivalito dio mucho más de sí a lo largo del día, con los talleres de cine y de autoconocimiento, el arranque de los primeros rodajes (incluyendo el del largometraje de Rafael Navarro Miñón, quien recibiera la Estrella Homenaje en la gala del viernes) y la proyección en Santa Cruz de La Palma de las películas con impronta canaria 'Edificio España' de Víctor Moreno y 'Kamikaze', protagonizada por el actor Álex García. Pero lo que cuenta, ya lo he dicho, es que los locos del cine reunidos en La Isla Bonita hagan piña, aunque sea comiendo plátano.