La fe de Warner Bros. en Peter Jackson y en el tirón de Tolkien es casi infinita, tal y como demuestran los documentos presentados por los productores en Nueva Zelanda y que elevan el presupuesto de la trilogía de El Hobbit hasta la mareante cifra de los 745 millones de dólares.

Cifras que, superan con mucho la previsión inicial con la que contaba Jackson. Cuando en 2007, y después de años intentando sacar adelante el proyecto, se confirmó que las películas de El Hobbit serían una realidad se estimó que cada película costaría unos 150 millones de dólares, según informa The Hollywood Reporter.

Jackson, tal y como hizo con El señor de los anillos, rodó las que en principio iban a ser solo dos películas como si fueran una sola. El director pronto se percató que tenía material suficiente para convencer a Warner Bros. que lo mejor era convertir El Hobbit en otra trilogía.

'El Hobbit', dos taquillazos

La primera película, El Hobbit: Un viaje inesperado recaudó más de mil millones dólares en todo el mundo, mientras que El Hobbit: la Desolación de Smaug no consiguió rebasar la barrera de los mil millones de dólares y se quedó en 958 millones dólares a nivel mundial.

La producción ha recuperado 122 millones de dólares gracias al plan de incentivos fiscales de Nueva Zelanda para para atraer el rodaje de películas de gran presupuesto al país. Pero aún así, el presupuesto es bastante superior a los 450 millones de dólares previstos por Jackson (a razón de 150 millones por película).

Casi 300 millones de dólares más hasta esos 745 millones de dólares en los que, en principio, no está claro que si los costes de comercialización y distribución en todo el mundo están incluidos y que, seguro, no contemplan los derivados del estreno y promoción de El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos, que verá la luz el 17 de diciembre.

Las previsiones de Warner son que la última entrega de la trilogía mantenga el nivel en taquilla moviéndose en la marca de los mil millones de dólares. En total, la trilogía habría recaudado unos 3.000 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo. La colosal inversión en la Tierra Media es, por tanto, es un negocio redondo.

Avatar, la próxima frontera

Una vez que El Hobbit se despida de la cartelera, la próxima gran saga filmada del tirón será la de Avatar. James Cameron, atraído de nuevo por los incentivos fiscales, también ha elegido Nueva Zelanda como base central de la filmación.

Un acuerdo firmado entre Fox, Lightstorm Entertainment (la compañía de Cameron) y el gobierno de Nueva Zelanda señalaba que el rodaje de las secuelas de Avatar supondrían una inversión en el país de al menos 412 millones de dólares. Este acuerdo también contemplaba cambios en la escala de incentivos fiscales para que Lightstorm y Fox consiguieran una rebaja del 25 por ciento rebajas en sus gastos en el país, lo que supone un aumento de 10 puntos.