Bueno, bueno, bueno. Con una sonrisa en los labios por la Lady Harimaguada de Oro concedida a 'Educaçao Sentimental' y con la pena de habernos perdido un año más La Noche Más Freak porque todo no puede ser, toca recuperar una película que se proyectó el jueves en el Cicca dentro del ciclo dedicado al nuevo cine español independiente 'Un impulso colectivo'. Se nos amontonan los títulos por comentar, pero es que de 'Uranes' de Chema García Ibarra había que hablar, sí o sí.

Este director de Elche ha cosechado numerosos premios por sus cortos, sobre todo con 'El ataque de los robots de Nebulosa-5' de 2008. Empezó ahí una senda muy personal que sigue explorando, la de una especie de ciencia ficción rural con actores no profesionales, que no son otros que sus parientes y amigos.

Dichos cortometrajes los tiene colgados en Vimeo; el último es una broma de un minuto titulada 'La jetée II'. Véanlo, y si les hace gracia -a mí me parece descacharrante; cierto que hace falta saber quién hizo 'La jetée' original, pero tampoco creo que eso sea tanto pedir-, no duden en darle una oportunidad al resto de su filmografía.

'Uranes' es su primer largo y se inscribe en el "modelo de producción cinematográfica" #Littlesecretfilm, que propone una serie de limitaciones que son todo un reto y a la vez pueden servir de impulso liberador para los creadores: la más importante, que el rodaje debe transcurrir en un corto periodo de tiempo. En un principio el máximo estaba fijado en 24 horas ininterrumpidas, que se reducen a 'doce más una' para los títulos promocionados, como 'Uranes', por el canal de televisión Calle 13.

Partiendo de unos parámetros rabiosamente minimalistas, casi utópicos, #Littlesecretfilm ha conseguido una notable repercusión gracias a películas como 'Manic Pixie Dream Girl' de Pablo Maqueda (quien pasó esta semana por el festival para dar una 'master class'). Chema García Ibarra es por su parte un cineasta meticuloso, que normalmente se toma con calma la preparación de cada toma, así que eso de tener el horario tan justo no debe ser su ideal de rodaje.

No obstante, a #Littlesecretfilm le debemos que se haya animado a dar el salto al formato de largo. 'Uranes' pierde quizá algo de la rigurosidad y depuración en la elaboración de los planos a la que nos tenía acostumbrados, aunque por lo demás mantiene los planteamientos de sus trabajos anteriores. Eso sí, explota más que nunca el mecanismo de la voz en off, apelando a la imaginación del espectador en un estupendo ejemplo de 'ciencia ficción porque yo lo digo'. Ni rastro de efectos especiales; creemos que hay en marcha una invasión extraterrestre por lo que se nos cuenta, no por lo que se nos muestra.

Lo extraordinario permanece entonces fuera de la vista, y sin embargo su presencia es innegable. Se trata de una decisión ligada a la falta de presupuesto, desde luego, al tiempo que coherente con el trasfondo de una película que podemos y debemos tomarnos a risa en determinados momentos, pero que habla de terribles secretos. Y no todos ellos de origen alienígena.