Sin alcanzar el necesario nivel que cabía esperar de un proyecto tan ambicioso como éste, que ha reunido a dos de las estrellas más en boga en el cine actual, Jennifer Lawrence y Chris Pratt, tampoco hay que desdeñar las virtudes que a lo largo de sus dos horas de metraje pone de manifiesto la cinta, resuelta a llevarnos a un viaje al futuro. Se trata de la consagración internacional del director noruego, Morten Tyldum, nacido en Bergen, que conquistó el Óscar al mejor guión por su magnífica labor en 'Descifrando enigmas' y que con anterioridad ya se dio a conocer con títulos como 'Buddy' y 'Ángeles caídos'. Diríase que estamos asistiendo a la confirmación de un cineasta llamado a estar en la élite mundial.

Las referencias a '2001, una odisea del espacio' de Kubrick, son papables de forma inequívoca desde la propia situación de partida, de hecho, no hace otra cosa que mostrar las consecuencias del súbito despertar de uno de los pasajeros de la nave espacial que se dirige a un planeta del mundo exterior. Es una misión compleja y difícil que se prolongará 120 años pero que tiene un final totalmente inesperado cuando Jim sale de su estado de hibernación nada menos que 90 años antes de lo previsto. El asunto es más que grave y acarrea problemas de toda índole, pero se hace aun más imprevisible cuando el mismo fenómeno afecta a otro de los viajeros, concretamente a una mujer, Aurora, que despierta también de su largo sueño.

Aunque da la impresión de que el factor amoroso es determinante en lo acaecido, porque la nueva realidad de insomnes de Jim y Aurora les abre paso a un inevitable romance, la interferencia de un androide en el asunto, que simplemente informa de que el despertar de Aurora no fue casual sino provocado, crea un factor de tensión extremo y abre la cinta -en clara herencia también de Kubrick- al terreno fascinante de la cibernética. Se aportan de este modo elementos inéditos que enriquecen en alguna medida el relato y sin rebasar cimas demasiado relevantes, demuestra que el guión de John Sphaits, que formó parte de la lista negra de Hollywood por razones injustas, se hacía acreedor a mejor suerte. Tykdum lo ha rescatado con aciertos que no deben marginarse.