El cantautor Pedro Guerra (Güimar, 1966) regresa a la capital grancanaria a lomos de su nueva gira 7 Puertas para desgranar un amplio repertorio de impronta canaria enhebrado con canciones tomadas de sus 30 años en los escenarios. Tras su actuación el pasado octubre de 2016 en el Cicca, el músico retoma el formato íntimo de guitarra, piano y voz, junto con su inseparable pianista Luis Fernández, para citarse con el público grancanario en el Auditorio Alfredo Kraus y conjugar sus dos últimos discos, Arde Estocolmo y 14 de ciento volando de 14, con las viejas canciones de inspiración isleña que han jalonado su carrera.

"Mucha gente se quedó fuera de mi concierto la vez anterior, así que decidimos volver a Canarias y darle un giro al repertorio con el diseño de una nueva gira que ofreciera algo diferente", revela el cantautor. "Por supuesto, volveré a presentar mis dos últimos trabajos, pero habrá un momento especial en el que haré un repaso por algunas canciones mías que tienen una relación muy estrecha y muy directa con las Islas y con una parte de mi vida que se desarrolla en las Islas", añade.

En este sentido, el cantautor señala que "la gente que venga por primera vez a esta carta de presentación de los dos discos se encontrará con un concierto especial, como también lo harán quienes vinieron a los conciertos anteriores, porque hay una parte del concierto que es única y que será exclusiva para los conciertos en Canarias".

Publicados el pasado 2016, Arde Estocolmo y 14 de ciento volando de 14 encarnan dos universos paralelos, singulares y distintos dentro de la trayectoria del tinerfeño. "Todos los trabajos nuevos representan algo importante y estos dos discos encarnan el momento en que me encuentro como artista y como compositor", apunta Guerra, toda vez que señala que Arde Estocolmo simboliza "la primera vez que asumía la totalidad del trabajo que conlleva el disco, en el que interpreto las canciones, pero también toda la instrumentación, los arreglos y las labores de producción, entre otros aspectos". Además, Guerra reivindica la vigencia de este repertorio, inspirado en los disturbios sociales acaecidos en la capital sueca en 2013: "El mensaje de esa canción es que hay que levantar las alfombras para sacar a la luz esa porquería que queda oculta y que no se ve", afirma.

Por otra parte, 14 de ciento volando de 14 se inscribe "en una línea dentro de mi carrera en la que he ido trabajando sobre textos poéticos que no son propios", como hiciera con los versos de La palabra en el aire, de Ángel González; los sonetos de poetas como Quevedo, Lorca o Gil de Biedma, a los que puso voz Miguel Poveda; y este último proyecto discográfico, donde viste de melodías el legado poético de Joaquín Sabina.

Además, en paralelo a esta doble senda musical, Guerra ha ahondado precisamente en su vertiente lírica con su debut en este campo bajo el título Hurgando en la caja negra (Frida Ediciones, 2016), una compilación de versos y fragmentos literarios que presentó en la reciente Feria del Libro de Las Palmas y con la que ha girado por pequeñas ciudades de España, con veladas de recitales poéticos y poemas musicalizados. "Esta experiencia ha sido muy importante para mí porque tenía muchas ganas de explorar el universo de la palabra escrita que no está pensada para ser cantada", señala Guerra, para quien "la poesía fue mi primera forma de comunicación", afirma, "la música vino después".