El Teatro Cuyás, en la capital grancanaria, estrena este fin de semana (los días 20 y 21 de enero, a las 20.00 horas) el montaje 'Siempre Alice', adaptación del 'superventas' de la norteamericana Lisa Genova, escrita y dirigida por el dramaturgo grancanario Víctor Formoso y protagonizada por Mari Carmen Sánchez, Luifer y Blanca Rodríguez, Marta Viera y Nati Vera.

En Estados Unidos, la obra ya había sido llevada al teatro por Christine Dunford, así que el del Cuyás será el estreno europeo de un texto cuya versión cinematográfica dirigida en 2014 por Richard Glatzer y Wash Westmoreland le valió a Julianne Moore el Óscar a la Mejor actriz por su interpretación de Alice, una prestigiosa lingüista y profesora en Harvard de apenas 50 años cuya vida casi perfecta se ve truncada por el diagnóstico de una terrible enfermedad: Alzheimer precoz.

El caso de Alice, a la que en esta ocasión dará vida la citada Mari Carmen Sánchez ('El tiempo entre costuras', 'La sonata del silencio') bien podría ser el de "Auguste D.", una mujer de 51 años considerada la "paciente cero" de esta enfermedad cuyo caso fue expuesto en 1906 por el patólogo y psiquiatra Alois Alzheimer en la XXXVII Conferencia de Psiquiatría del Sudoeste Alemán. Allí, el célebre científico cuyo apellido daría nombre a esta dolencia expuso por primera vez sus síntomas: pérdida de memoria, desorientación, alucinaciones y demencia, así como una serie de anomalías cerebrales.

Así, 111 años después y según la Organización de Mundial de la Salud, el Alzheimer afecta a más de 47 millones de personas y cada año se diagnostican más de 7 millones de nuevos casos en todo el mundo. Además, la OMS prevé que la cifra de quienes la padecen directamente pase de los 75,6 millones de 2030 a los 135,5 millones de 2050, debido al aumento de la esperanza de vida en ciertos países.

Pese a su crudeza, esas estadísticas obvian el dolor y la tensión a los que se ven o se verán sometidos otros muchos millones de personas: familiares y allegados convertidos en testigos del, al menos hoy, irreversible deterioro físico y mental de sus seres queridos.