Es el tercer festival de Candelaria Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1962). La 28ª edición del gran evento sinfónico europeo de invierno arranca el 10 de enero en el auditorio Alfredo Kraus bajo el signo de la crisis, de los recortes presupuestarios en la inversión cultural en las Islas. Con un presupuesto superior a los dos millones de euros donde la aportación del Gobierno canario se ha reducido en un 16 por ciento respecto a la última edición, la directora defiende en esta entrevista la calidad de un programa escorado hacia el legado de Beethoven y Mozart como compositores de cabecera, y que cuenta con atractivos mediáticos como el director Zubin Mehta o la producción que La Fura dels Baus ha realizado sobre la cantata Carmina Burana, de Orff.

- El 28º Festival de Música se ha salvado de la criba presupuestaria en 2012. ¿Asistimos a un evento de transición o por el contrario considera que la programación, orquestas, directores y solistas hacen justicia a la historia y tradición del evento?

- El Festival quedó blindado porque no hay que olvidar que es un proyecto hijo del Gobierno de Canarias, y se ha mantenido pese a las reducciones presupuestarias. Entiendo que no se puede acabar con un proyecto de este tipo. El Festival tiene 2,4 millones de presupuesto, se han reducido conciertos, la presencia de otra orquesta, y tenemos una edición que no es cualquier cosa; es un Festival de mucho peso y significado con nombres de peso. Y traemos a Zubin Mehta, porque repito que no podemos destrozar todo en nombre de la crisis, sobre todo porque nos va a costar mucho más su reconstrucción. Se ha hecho una gran inversión en estos 28 años que no se puede tirar a la marea. Es un evento productivo que devuelve a las arcas del festival la mitad de lo invertido, y esperamos que este año pueda ser mucho más. Hay patrocinadores a los que interesa estar presentes porque hay una proyección de futuro muy importante. El Festival tiene que estar presente en los momentos buenos y en los malos. La cultura no puede desaparecer porque caeríamos en la incultura, cada vez más presente.

- ¿En qué ha afectado el recorte además de las bajas artisticas como la mezzo Elina Garanca, con quien se quería inaugurar el Festival, la presencia de la Halle Orchesta y el estreno del compositor lanzaroteño Nino Díaz? ¿Se han resentido las acciones de promoción exterior del certamen?

- Hemos hecho una buena campaña de promoción en revistas especializadas, pero no con los impactos presenciales en Europa, y lo que sí hacemos es la difusión del Festival en canales turísticos que ha tenido su repercusión positiva. Este año tenemos vendidas más de 1.000 entradas a público extranjero de países como Alemania, Holanda, Austria e incluso Estados Unidos. E insisto en que tenemos una programación con primeras orquestas y un nivel considerables. Y respecto al estreno canario de Nino Díaz está colocado en 2013. Sí tenemos el estreno de José Manuel López López. Y esto ocurre porque cayó la orquesta que iba a interpretarlo y no se pudo improvisar para que lo estrenase otra formación. Para el año próximo trabajamos en la línea de que una gran orquesta con un gran director haga los programas convenidos, pero además dirigirán a Iván Martín, a Jorge Robaina, a Cristo Barrios, les pongo a los solistas y compositores canarios, porque debe de ser así. Aquí no metemos orquestas de relleno y de las que vienen ninguna tiene menor nivel que las canarias. Es verdad que el año pasado hubo mucha representación canaria vocal y en este queríamos a Jorge de León y no puede estar, aunque ha confirmado para 2013. Tenemos a Javier Negrín, un pianista tinerfeño que hará los conciertos universitarios y el Festival aprovechará para dar promoción a un nuevo disco que va a grabar con Warner. Y el Coro de la OFGC, que participa del Carmina Burana.

- Las orquestas canarias sólo harán un programa en esta edición. ¿Por qué no tienen un mayor protagonismo?

- Este año se ha reducido la participación de todas las orquestas, incluidas las canarias, y hay que tener en cuenta que a la Filarmónica de Gran Canaria, por ejemplo, el público la tiene todos los viernes en el Auditorio, y el público demanda novedad. No se puede hacer un festival solo con las orquestas canarias, y además, los grandes directores no se avienen a trabajar con una orquesta que no conocen y ni siquiera saben quién es su titular. Ellos tienen sus orquestas y compromisos y por eso contratamos a tres años vista. Lo que sí está previsto es que en 2013 haya dos conciertos de las orquestas canarias en la misma isla.

- Mozart y Beethoven afloran como los ejes temáticos de la programación de la 28ª edición del Festival de Música. ¿Por qué estos compositores y no otros en 2012?

- El Festival de Música tiene su epicentro en la música clásica y como grandes representantes están estos dos compositores a los que hemos querido darles un protagonismo que se había perdido en ediciones anteriores, Y no es nada malo. El gran sinfonismo del XIX requiere de grandes formaciones e intérpretes que hacen que la producción sea más cara, y en ese sentido se ha buscado un equilibrio entre lo clásico, el siglo XX y XXI, aunque de este último tenemos poco, y es algo que se critica. En verdad, me da bastante igual lo que piensen y digan algunos: que si esto es el Festival de los 40 Principales, como me dijeron el año pasado, y me parece bien si quieren comparar a Mozart con David Bisbal, Shakira o Madonna.

- ¿Abonados y público asiduo al Festival le critican que rompa con la tendencia histórica en cuanto a programación?

- Antes solo se programaba Mahler, Bruckner y Wagner, y el público pedía otra cosa, música del barroco, y está aquí no sólo por una cuestión de gustos, sino porque es un predecesor importantísimo del clasicismo, no lo puedes evitar, y considero que es parte de mi impronta en la dirección del Festival. Además, parece que si no te lanzas a la música contemporánea eres una hortera, y si ser hortera es programar Mozart, lo soy. Escucho hablar con desprecio hacia Mozart a muchos compositores contemporáneos, y les digo que cuando alguien sepa de ellos más allá de su casa que vengan a contármelo. Es rendir un homenaje a quien ha marcado el desarrollo de la música. Además, no se puede llenar un festival de gran sinfonismo ni de música contemporánea. De los dos estrenos previstos, solo haremos uno, el de Juan Manuel López López, y si ahora se trata de pasar la tormenta y salir airosa, no puedo apostar por una programación a la que sólo me vayan unas 400 personas. Tengo que llenar los auditorios. Y desde luego, lo que no tiene sentido en este Festival de Canarias es programar para una minoría, lo ideal es que el público esté preparado, que el nivel cultural esté a la altura del evento.

- La presencia de Zubin Mehta, la tercera vez que dirige en el Festival tras inaugurar la edición de 2010 con la Staatskapelle de Dresde, y La Fura con Carmina Burana, es la apuesta entonces para llenar los auditorios?

- Todo tiene su profundidad y aquí no se trata de programar a lo loco. Cada cosa está pensada en tres dimensiones con el objetivo de hacer llegar a la gente que el Festival es de todos, y cuanto más sea así, más nos puede aportar. No es que traiga a determinados artistas para hacer caja y justificar, no es eso. El Festival tiene un estatus entre los mejores de Europa, y esto es un beneficio incluso para quienes no lo frecuentan. Esto es un proyecto económico y en la línea que estoy trabajando la idea es que dentro de cinco o seis años, si el referente musical de verano es Salzburgo, el referente de invierno sea Canarias porque tenemos un producto único. Y Zubin Mehta está encantado, está siendo generoso y ha bajado su caché. Si fuera por él vendría en todas las ediciones, tiene mucho interés en estar en 2014, cuando se cumpla el 30º aniversario, y hay preparado un proyecto muy potente. En cuanto a La Fura, es una producción muy bonita y espectacular. Carmina Burana es una obra de sobra conocida por el público, y la aportación de La Fura da otra dimensión a la obra, con esos cilindros que todo lo envuelven, la conversión del agua en vino...

- ¿Le preocupa la reacción que esta propuesta pueda tener entre los abonados y el público habitual del Festival?

- Casi todos los abonados reservaron sus entradas para La Fura. En Tenerife el primero de los dos días está agotado, y tenemos en previsión una posible tercera representación si fuera preciso.

- La programación paralela, el Festival en las Islas, se apoya en The King's Consort, Il Giardino Armonico, Cuarteto de Oslo y Sexteto de Colonia. ¿Es una estrategia por descentralizar la oferta en las islas capitalinas y dejar su sello en la dirección al igual que ha hecho con el Joven Festival?

- Hubo un momento que la programación por las islas era como para salir del paso, y no es una crítica a los anteriores directores, pero entiendo que el Festival tiene un nivel en las dos capitales, también en el resto de las Islas. Ahora están yendo grupos de primer orden, y en espacios cálidos y agradables como iglesias, es algo único. El Joven Festival ha sido un acierto y no porque lo diga yo. Estrenamos nuevos espacios como el Guiniguada y el Leal, regresa Fernando Argenta, que fue una de las grandes sensaciones del pasado año y el público así lo pide, y The Mozart Group con esa mezcla de teatro y humor, y las Marionetas del Palacio de Schönbrunn.