- Cuéntenos un poco del concierto que va a protagonizar en el teatro Cuyás el próximo día 10. ¿Con qué formato va a actuar? ¿Qué repertorio trae?

- My banda es una banda de jazz, pero no una banda de jazz en el sentido tradicional. Vamos a tocar alguna música de navidad, pero también música nueva en nuestro programa, tanto compuesta por mí como arreglos de composiciones contemporáneas de otros autores.

- El jazz vocal es un género que, tras la época gloriosa de los cincuenta, siempre parece estar buscando canciones que se puedan ajustar a su formato. Usted no graba desde hace tres años. ¿Es por problemas de repertorio?

- Yo no he grabado un disco nuevo desde hace tres años, pero la razón es que a veces necesitas tiempo, como cualquier otro músico, para vivir. Yo busco material, música, que hable a lo que yo estoy sintiendo en determinado momento. La mejor oferta que yo puedo hacer, musicalmente, es algo que sea honesto.

- Usted ha grabado muchos 'standards', pero también pop contemporáneo adaptado a su estilo. Después del trabajo magistral de compositores como George Gershwin o Cole Porter, ¿tiene sentido andar buscando nuevas cosas?

- En el jazz tradicional ya había esa tendencia de tomar las tonadas que estaban de actualidad y darles un feeling de jazz. En mi caso, escojo canciones que verdaderamente hablen a mi corazón. No tiene por qué ser un tema de jazz, me da igual que sea una canción pop o de country, por ejemplo. Tienen que ser canciones que me toquen, y con un arreglo acorde a ellas.

- Usted ha probado todos los formatos. ¿Como está más cómoda, con un combo o con una big band?

- Puedo cantar en todos esos entornos, pero me siento como en casa cuando canto con pequeñas formaciones, porque me permiten mucha más libertad a la hora de improvisar y buscar mi lenguaje.

- Pero las big bands son hoy un lujo. ¿Le gustaría poder trabajar con ellas en el día a día, como ocurría en la época de Ellington y Ella Fitzgerald?

- Nunca conocí eso, pero he cantado mucho con big bands y lo he pasado muy bien.

- ¿Cómo logra transferirle su propia personalidad a canciones que están gastadísimas por el uso de cientos de intérpretes?

- Creo que es siempre importante grabar algo en el estilo que uno siente. Esa es la clave de la interpretación, sobre todo con material que ha sido muy saturado. Claro que escucho versiones anteriores de las canciones que hago, pero me gusta hacerlo a mi manera. Es que, justamente por eso tanta gente puede cantar la misma canción y, sin embargo, sonar diferente.

- A usted la crítica suele vincularla estilísticamente con Dinah Washington. ¿Es su mayor influencia?

- Bueno, yo amo la música de Dinah Washington, pero no tanto como a otras cantantes. Mi influencia no se puede resumir en un sólo nombre. Lo importante de todos los grandes nombres del jazz vocal es que tenían su forma única de acercarse al repertorio. Así, la mayor inspiración que me han podido transmitir es esa aproximación personal a la música.

- En los últimos años hemos asistido a cierto renacimiento popular del género, al menos en su vertiente femenina, gracias a cantantes muy mediáticas, como Diana Krall. ¿Qué opinión le merecen?

- No le puedo decir si ahora hay más interés en el género que antes. Yo vengo trabajando desde hace muchos años y he pasado por buenos y malos tiempos, también los he tenido extraordinarios. Cada uno tenemos nuestro trocito de tarta, así que tampoco es plan de criticar esto o aquello, a un artista u otro.

- Sí estará de acuerdo conmigo es en que se ha renovado el interés por los standards tradicionales. Hasta artistas de coordenadas estilísticas tan lejanas, como Bob Dylan, les han hincado el diente últimamente.

- Es que los standards tradicionales nunca se van, son canciones contrastadas que la gente ama.

- En cuanto a sus colaboradores, ¿hay alguien con quien le gustaría trabajar en el futuro?

- Estoy siempre abierta a nuevas colaboraciones. No puedo ni imaginar con quien, porque me han ocurrido cosas con las que no había ni soñado. Así que sigo por este camino, esperando que me sorprendan (risas).

- El negocio musical parece estar atravesando un momento difícil, más concretamente el discográfico, así que muchos aseguran que vuelve la época de las actuaciones en directo.

- Yo creo que sí, y me siento muy afortunada porque las actuaciones en directo son una parte muy importante de lo que yo hago. Pero sí, todo parece ahora en transición, incluso el negocio musical.

- ¿Está trabajando en un nuevo disco? ¿Qué carácter tendrá?

- Sí, estoy trabajando ahora en el estudio de grabación, pero nunca adelanto cómo van a ser los trabajos antes de publicarlos.