Las fiestas de San Lorenzo ya están aquí. A mediodía del viernes se dio el pistoletazo de salida con el tradicional repique de campanas acompañando la primera de las tracas voladoras que son habituales durante los días de fiesta. Los vecinos esperaban impacientes el comienzo de una festividad que su tradición supera ya los trescientos años.

Y es que las fiestas de San Lorenzo son eso, una tradición que siguen los habitantes de este pequeño municipio que se anexionó al de Las Palmas de Gran Canaria en 1937. El viernes por la noche dio el pregón Adolfo Marrero, quien fuera reportero gráfico de LA PROVINCIA. Hizo un recorrido en su pregón por la historia del barrio, de sus vecinos, de sus propias experiencias y mostró su cariño por sus convecinos durante la lectura.

La crisis hace mella en el presupuesto de las fiestas, teniendo en cuenta que son los vecinos quienes aportan la mayoría del cómputo y, como cada año, desde hace unos diez, ha ido bajando hasta los 28,000 euros de este año. "Las fiestas son de toda la ciudad y la disfrutamos todos, pero desde siempre la organizamos los vecinos", explica Santos López, presidente de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo. Los vecinos son los que donan cada año "un pellizco de sus bolsillos" para que las fiestas sean posibles.

El presupuesto de este año se queda lejos de los 42.000 euros con los que la comisión de fiestas contaba hace apenas diez años. "Los vecinos que aportan algo dan entre 10 y 20 euros", detalla López, que aclara que no se queja, "sino todo lo contrario, doy las gracias a los vecinos, que siempre guardan algo para las fiestas, porque sin ellos esto no sería posible". La distribución de presupuesto es sencilla. Casi la mitad se van en fuegos artificiales. Destinan 5,000 euros en premios para la feria de ganado, la única que se sigue celebrando en Las Palmas de Gran Canaria. El resto se reparte en los actos y organización, así como en los artistas que vienen durante las tres semanas que duran las fiestas.

Con el año 2014 pasado su ecuador, hace ya seis años que comenzara la crisis mundial que estalló en 2008. Por ello, muchos se muestran satisfechos si las fiestas de este año mantienen el nivel del anterior. "Como mínimo esperamos que se puedan repetir como las del año pasado", comenta la vecina María José Murillo. "Nos conformamos con que las fiestas sean igual que las del año pasado", dice Carlos Abundancia, que también espera "que el buen tiempo acompañe las fechas".

Los vecinos están contentos con los preparativos: "La verdad que el servicio de limpieza ha venido todos los días", explica Murillo. Todo está listo ya, y parece que se superará a las fiestas del año pasado, pese a que "este año no han puesto bombillos para ahorrar luz", dice Murillo.

Para López, las fiestas de este año serán "un escándalo", y no solo por los fuegos de este año, que cuentan con presupuesto de 10,000 euros, más lo que el Consistorio contrate por su parte a la pirotécnica de San Miguel, sino porque las fiestas van a contar con tres fines de semana. "Pueden ser las mejores fiestas de las últimas ediciones", dice López.

Organizar los eventos no es tarea fácil. José García lleva en la comisión de fiestas desde que tiene memoria. Es un vecino más de san Lorenzo, y desde los 11 años lleva colaborando "por amor" a la fiesta. "No es fácil, hay que dar el callo" explica García. Las fiestas conllevan meses de trabajo. "Las fiestas se empiezan a organizar desde mayo, y hay que ponerse de acuerdo con políticos y compañías para poder ordenarlo todo cuando llega agosto", detalla García, que resalta que "la gala Drag Queen de San Lorenzo comenzó 1998, el mismo año que el de Las Palmas de Gran Canaria".

Noche de los fuegos

Es la noche más esperada por todos, un espectáculo que atrae a visitantes de toda la Isla. Casualidad o no, la última vez que los fuegos fueron un sábado fue en 2008, aglomerando a cerca de 100.000 visitantes, cifra próxima a los 90.000 que espera la Policía Municipal este año. Hasta 340 kilos de pólvora saltarán por los aires la noche del sábado 9 al 10 de agosto.

López, recuerda que "hay que usar el servicio de guaguas especiales que activa el Ayuntamiento para el evento", para evitar el "clásico embotellamiento" que se crea en las inmediaciones del pueblo.