Ya está casi todo listo en la Villa de Agaete para que dé comienzo una de las fiestas más populares y tradicionales de Gran Canaria: La Rama. Este año la popular cita cae en lunes, por lo que se esperan menos de las 40.000 personas que acudieron el año pasado, según fuentes policiales.

El martes 5 de agosto, Agaete festeja su celebración principal, en honor a la Virgen de Las Nieves, pero la víspera, el 4 de agosto, es cuando tiene lugar la Fiesta de La Rama que, como todos los años, colocará al municipio marinero en el punto de mira del archipiélago.

Declarada desde 1972, Fiesta de Interés Turístico Nacional, La Rama de Agaete, procede de un antiguo rito denominado la 'Enramada', al igual que ocurre con muchas ramas que también tienen lugar en la isla. El ritual consistía en hacer ofrendas en las partes altas de la isla donde se encontraban ciertos lugares sagrados. Después de cortar ramas de árboles se dirigían al mar, donde se golpeaba el agua simulando la lluvia y se rogaba a la divinidad el envío de agua para sus campos.

Miles de vecinos y foráneos se reúnen alrededor de la verbena, bochinches y ventorrillos. A la espera del volador a las cinco de la mañana que da inicio a la Diana, la muchedumbre se rinde a un ejercicio de jarana y desmadre para seguir bailando por las calles de la villa.

Acabada la Diana, hay una tregua de descanso para recargar baterías. Tregua porque, cercanas las diez de la mañana, la muchedumbre se vuelve a reunir, esta vez detrás de la Iglesia de La Concepción, para esperar otro volador que sonará a esa hora. Una vez retumbe, la banda empieza a tocar en lo que será una maratoniana sesión, donde hacen acto de presencia los "papagüevos". El baile durará sin parar hasta las seis de la tarde. Puesto que una sola banda no aguantará tanto tiempo sonando sin parar, las dos conocidas bandas del municipio se rotarán durante la celebración.

Simultáneamente, las ramas de poleo, pino o eucalipto bajan de la cumbre hasta la Villa donde pasado el mediodía se fusiona con los bailadores al son de 'La Madelón', 'Campeón' y otras piezas típicas de La Rama, momento en el cual se combinan los olores vegetales con el sudor propio de esas horas de agosto.

La comitiva desciende por la empinada pendiente calle Guayarmina, para seguir por la calle Concepción hasta el barrio de San Sebastián. De ahí prosigue hacia Las Chisqueras, continuando por la calle León y Castillo hasta llegar a la plaza de la Constitución. Desde allí se iniciará el último tramo, a la vez el más largo de todos, que llevará a los romeros hasta el Puerto de Las Nieves.

Una vez ahí, cada uno se despacha a su gusto: unos se pegarán el refrescante baño en las aguas de la costa culeta, otros le darán sentido al concepto de "ronería", algunos seguirán con el baile, o todo ello en combinación. Para gustos hay colores.

Además, por si fuera poco jolgorio, todavía existe la posibilidad de seguir bailando en La Retreta, que se iniciará una vez caída la noche, aunque esta vez solo en el casco.