La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) acompañada de su coro llenó de armonía con su interpretación las ondas sonoras que recorrían anoche el emplazamiento diseñado para su concierto, dentro del Lpa Temudas Fest, en la terminal de contenedores del Muelle de La Luz de la capital grancanaria. El certamen escénico repetía experiencia tras una velada muy similar y exitosa del año pasado. Si en 2012 la música fue de Beethoven, ayer la formación orquestal interpretó partituras de Wagner y Verdi.

En su recital The Opera Experience, la OFGC, con su director Pedro Halffter a la batuta, y el coro, dirigido por Luis García Santana, homenajearon a ambos maestros compositores decimonónicos en el marco del a celebración del bicentenario del nacimiento de ambos, con la interpretación de arias de su repertorio. Obertura y Bacanal de Tannhäuser y partes de El anillo del nibelungo o La Cabalgata de las walkyrias, de La Walkyria, de Wagner, y el Coro de los gitanos de El Trovador, el coro de la ópera Macbeth, o la obertura de La fuerza del destino, del italiano, sonaron con fuerza sobre el escenario habilitado al amparo de una enorme grúa de la naviera Boluda. Este especial estrado, situado en un paisaje de industria pesada, sintonizaba de alguna manera con la época que tocó vivir a los compositores homenajeados.

Desde horas antes del comienzo del concierto, que arrancó a las 22.00 horas, una docena de guaguas iban acercando a las cerca de 3.000 personas que acudieron a disfrutar de la singular experiencia musical a la terminal de contenedores. Los vehículos salían del parque Santa Catalina y trasladaban al publico hasta la terminal de contenedores. Se hizo así porque dentro del recinto portuario se extrema el control de la circulación de personas y vehículos. De forma similar, al finalizar la actuación, cerca ya de la media noche, la flotilla de guaguas esperaban al respetable para devolverlo al parque Santa Catalina.

Según la organización se habían vendido todas las entradas, que sumaban 2.900, pues a las 2.700 iniciales se unieron 200 localidades extras. Un público muy heterogéneo, como sólo quizá este evento puede reunir. Junto al habitual de los conciertos, más formal, hubo otro de pantalón vaquero y zapatillas deportivas.

Sobre el concierto planeó la amenaza de lluvia, y de hecho poco antes de su comienzo ´chispeó´ un poco. En todo caso, la organización tenía previstas interrupciones por si la lluvia de hubiera materializado. Se llegaron a abrir algunos paraguas, pero finalmente la música amansó a la meteorología. Sólo en los últimos minutos apareció la temida lluvia. Hubo frío y viento. De hecho, la disposición de los contenedores se varió con respecto al año pasado, de manera que el cierre se hizo más estrecho para evitar que este viento pudiera entorpecer la labor de los músicos o estropear el sonido. Aun con este medida, las partituras ´bailaron´ mecidas por el aire en más de una ocasión sobre el atril de Halffter.

El director fue presentando las distintas piezas, que la OFGC interpretó intercalando las de un compositor con las del otro. El sonido, teniendo en cuenta las dificultades que plantea un escenario al aire libre como este, fue bueno, con varios altavoces distribuidos a lo largo del patio de butacas.

La organización del hasta 2012 Festival de Teatro, Música y Danza, actual Temudas Fest, volvía a apostar por el enclave portuario porque la experiencia del año pasado fue un éxito de aforo y proyección mediática. Se superaron las expectativas de público y su celebración tuvo repercusión nacional, e incluso una parte fue retransmitida por la cadena CNN.

Se vieron caras conocidas, como el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona; la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra. Todos disfrutaron de una velada musical distinta.